Con señales cada vez más claras de recuperación del mercado, julio de 2025 podría marcar el inicio de una nueva fase alcista para las criptomonedas.
Entre altcoins consolidadas y proyectos emergentes, seleccionamos siete activos con potencial para destacar en el próximo impulso del ecosistema cripto. ¡Tomá nota y prepará tu portafolio!
1. Bitcoin (BTC): la base de todo ciclo alcista
El Bitcoin sigue siendo el ancla del mercado cripto. Eventos como la reciente compra estratégica por parte del gobierno de Estados Unidos, realizada en marzo de 2025, y el creciente interés institucional están fortaleciendo la confianza en el activo.
Además, las expectativas de recortes en las tasas de interés en economías clave durante este segundo semestre favorecen a activos escasos como el BTC. Incluso cuando otras altcoins brillan, el desempeño del Bitcoin sigue siendo el termómetro principal del mercado.
2. Ethereum (ETH): liderazgo en DeFi y avances constantes
Ethereum continúa siendo la plataforma principal para contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas. Su volumen de TVL (Total Value Locked) sigue entre los más altos del sector.
En 2025, el foco está en mejoras de escalabilidad y eficiencia energética, tras las últimas actualizaciones. También destaca por su expansión hacia los Real World Assets (RWAs) y nuevas iniciativas de identidad digital. Para quienes buscan exposición a pilares estructurales del ecosistema, ETH sigue siendo una apuesta obligada.
3. Solana (SOL): eficiencia, velocidad y adopción creciente
Solana se está consolidando como una de las redes más rápidas y económicas. Su combinación de Proof of History (PoH) y Proof of Stake (PoS) permite escalar sin perder descentralización.
Durante 2025, Solana se ha convertido en una de las favoritas para proyectos de NFTs, videojuegos Web3 y dApps con alto tráfico. Las asociaciones con grandes marcas y la estabilidad técnica tras correcciones anteriores elevan su credibilidad ante los inversores.
4. Binance Coin (BNB): ecosistema sólido y utilidad real
BNB sigue siendo el eje del ecosistema Binance. Sirve como token de uso dentro del exchange —ofreciendo descuentos— y también alimenta el crecimiento de aplicaciones en la BNB Chain.
En 2025, se ha registrado un aumento en la cantidad de dApps activas, especialmente en áreas como DeFi y gaming. Además, sus burns trimestrales reducen la oferta, lo que puede favorecer su valorización en contextos de mayor demanda.
5. Ripple (XRP): pagos globales y avances en tokenización
XRP ha cobrado protagonismo este año gracias a su adopción institucional y la integración con múltiples redes. Destaca su conexión con puentes como Wormhole y sus avances en sistemas de pagos interbancarios.
A esto se suma la expectativa de una posible IPO de Ripple Labs en Estados Unidos, lo cual está despertando un fuerte interés especulativo. Dado su enfoque en velocidad, costos bajos y liquidez, XRP se posiciona como un activo relevante en este ciclo de institucionalización cripto.
6. SUI: escalabilidad con enfoque en experiencia del usuario
La blockchain Sui viene ganando reconocimiento por su enfoque innovador en escalabilidad y velocidad de ejecución. Gracias a su modelo de ejecución paralela (Parallel Execution), mantiene comisiones bajas incluso con alto volumen de uso.
Con énfasis en la experiencia del usuario —particularmente en videojuegos, redes sociales y NFTs—, Sui está atrayendo desarrolladores y capital. Para julio de 2025, se esperan nuevos lanzamientos en DeFi y alianzas con plataformas Web3, lo que podría disparar la demanda del token SUI.
7. Chainlink (LINK): infraestructura clave para DeFi y RWAs
Chainlink continúa siendo una pieza esencial del ecosistema cripto gracias a sus oráculos descentralizados que conectan smart contracts con datos del mundo real. Ha ampliado su alcance en el sector de Real World Assets (RWAs), facilitando conexiones entre bancos tradicionales y blockchains.
Con el desarrollo del Chainlink CCIP (Cross-Chain Interoperability Protocol) y el creciente uso por parte de gobiernos e instituciones financieras, LINK se afianza como un activo estratégico. Julio podría traer novedades importantes en materia de asociaciones institucionales.
Otras oportunidades para vigilar en julio
Además de estas siete, hay otros activos que merecen atención. Entre ellos:
Stellar (XLM): fuerte adopción en remesas y stablecoins, especialmente en América Latina y África, donde su integración con sistemas de pago se está expandiendo rápidamente.
Shiba Inu (SHIB): aunque nació como memecoin, ha crecido con el lanzamiento de la red Shibarium (L2) y productos como ShibaSwap. Su incursión en juegos y NFTs podría revitalizar el interés en el token.
Tres estrategias para aprovechar el nuevo ciclo cripto
Diversificá con equilibrio: mantené un mix entre líderes (BTC, ETH, SOL) y emergentes con potencial (XRP, TRX, WLD).
Acompañá eventos relevantes: seguí de cerca actualizaciones de red, movimientos institucionales y noticias del mercado.
Gestioná el riesgo: definí metas claras, aplicá stop-loss y realizá rebalanceos periódicos para proteger ganancias.
Julio puede ser el punto de inflexión: preparate
Con el mercado mostrando señales de recuperación y el optimismo regresando gradualmente, julio aparece como un mes clave. Factores como políticas monetarias, compras institucionales y avances tecnológicos crean un escenario fértil para una nueva ola de valorización.
Anticiparse, elegir bien los activos y mantener una estrategia disciplinada pueden marcar la diferencia en los resultados.
Y vos, ¿vas a ajustar tu portafolio este mes?
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