CHOQUE ECONÓMICO: PEQUIN VENDE MASIVAMENTE SUS BONOS ESTADOUNIDENSES
La venta masiva de bonos estadounidenses por parte de Pekín marca un punto crítico en las relaciones económicas entre China y EE. UU., con posibles repercusiones globales. China, históricamente uno de los mayores tenedores de deuda pública estadounidense, está reduciendo significativamente sus reservas, lo que podría generar un "choque económico".
Una de las principales razones detrás de estas ventas es la diversificación de las reservas chinas, buscando reducir su dependencia del dólar y de los activos estadounidenses. Esto se ha intensificado debido a las crecientes tensiones geopolíticas y la guerra arancelaria, llevando a Pekín a buscar alternativas y mitigar riesgos. La constante acumulación de oro por parte del Banco Popular de China es un claro indicio de esta estrategia.
El impacto de una venta masiva sería múltiple. Primero, aumentaría la oferta de bonos en el mercado, lo que probablemente elevaría las tasas de interés de los bonos del Tesoro de EE. UU. Esto encarecería los préstamos para el gobierno, las empresas y los consumidores estadounidenses, afectando las hipotecas y el costo de la nueva deuda, lo que podría frenar el crecimiento económico.
Además, una venta a gran escala podría depreciar el dólar estadounidense. Si bien una devaluación ordenada del dólar podría beneficiar las exportaciones de EE. UU., una caída precipitada y desordenada podría socavar la confianza global y desestabilizar los mercados financieros. Esto también podría generar inflación en EE. UU., ya que los bienes importados se encarecerían. La situación subraya la compleja interdependencia entre las dos mayores economías del mundo y el delicado equilibrio del poder financiero.