Recientemente, un post en redes sociales hizo eco al afirmar que el gobierno de EE. UU. había vendido Bitcoin $BTC por valor de $75 millones, causando preocupación en la comunidad cripto. Sin embargo, como explica Alex Thorn de Galaxy Digital, esta noticia es "fake news".
La realidad es que la transacción está vinculada a la condena de dos estonios, Sergei Potapenko e Igor Turogin, involucrados en el fraude de minería de criptomonedas conocido como "HashFlare". Este esquema fraudulentamente promocionaba contratos de minería sin contar con la potencia de computación necesaria para cumplir con sus promesas, generando ilusiones de beneficios que costaron casi $600 millones a los inversores. Potapenko y Turogin fueron condenados a 16 meses de prisión y se les confiscó aproximadamente $450 millones en activos, que incluyen criptomonedas y bienes raíces.
El proceso de confiscación por parte del gobierno comenzó en agosto y, tal como indica Thorn, la transferencia reciente es resultado de una sentencia final de confiscación, lo que implica que el gobierno ahora posee esas monedas en lugar de haberlas vendido.
En cuanto a si el gobierno de EE. UU. planea comprar Bitcoin, el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha fluctuado en sus declaraciones. Si bien inicialmente sugería que frenar la venta de monedas confiscadas sería un primer paso, la probabilidad de que el gobierno adquiera Bitcoin como parte de su reserva nacional se mantiene en solo un 12%.
Este tema nos lleva a reflexionar sobre el papel del gobierno en el espacio cripto y la necesidad de discernir entre la realidad y la desinformación que puede generar inquietud entre los inversores. En un mundo donde la información es poder, ¿cómo podemos asegurarnos de distinguir entre hechos y rumores?


