Según BlockBeats, datos recientes de Coinglass indican que la volatilidad de Bitcoin ha disminuido al 1.85%, alcanzando niveles que no se veían desde finales de febrero de este año. Esta tendencia sugiere una desaceleración gradual en el movimiento general a la baja.

La alta volatilidad en Bitcoin a menudo se asocia con el comercio especulativo y el FOMO (miedo a perderse algo) de los inversores minoristas. Una disminución en la volatilidad puede implicar una reducción en la actividad especulativa a corto plazo, señalando un período de consolidación o calma del mercado. Además, las fluctuaciones de precios de Bitcoin están frecuentemente vinculadas a eventos macroeconómicos como las expectativas de inflación, cambios en las tasas de interés o riesgos geopolíticos. Cuando estos factores externos se estabilizan, la volatilidad de Bitcoin tiende a disminuir en consecuencia.