La política en Estados Unidos dio un giro este 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump asumió (nuevamente) el cargo de presidente. Este acontecimiento, que ha generado intensos debates, también ha colocado al mercado de criptomonedas bajo los reflectores.
Mientras algunos inversores creen que el cambio de gobierno podría impulsar al Bitcoin hacia nuevas alturas, otros temen que la incertidumbre política dispare la volatilidad y provoque una caída.
En este artículo, exploraremos distintas perspectivas sobre cómo el precio de BTC podría comportarse en los días y meses posteriores a la toma de posesión de Trump. Si bien nadie puede predecir con exactitud el futuro del mercado, existen indicios —desde ciclos electorales previos hasta la postura de los gobiernos hacia las criptomonedas— que ayudan a imaginar posibles escenarios.
¿Por qué la presidencia de un líder influye en el mercado cripto?
En el ámbito financiero, las políticas públicas y el discurso presidencial tienen un peso enorme en el comportamiento de los activos. Esto se acentúa en el caso de las criptomonedas, que todavía carecen de una regulación uniforme y dependen de las señales de respaldo o de escrutinio que vengan desde el Poder Ejecutivo.
Las posturas presidenciales pueden favorecer o entorpecer el desarrollo de la industria. Un presidente que promueva la innovación tecnológica o la libertad de mercado podría verse como un aliado para Bitcoin. Por el contrario, un tono restrictivo podría desencadenar regulaciones más severas y frenar la expansión de cripto en territorio estadounidense.
Trump, en su mandato anterior, no se caracterizó por ser un promotor entusiasta de las criptomonedas; sin embargo, tampoco adoptó medidas extremadamente drásticas contra el sector. Ahora que está de vuelta en la Casa Blanca, las opiniones se dividen: algunos confían en que su perfil empresarial impulsará un ambiente liberal para las criptos, mientras que otros temen un enfoque más proteccionista que afecte los intercambios internacionales —y, por ende, la valoración de BTC.
Posibilidad 1: ¿Un rally alcista (To The Moon)?
Ciertos analistas sostienen que, tras una toma de posesión, suele surgir un clima de optimismo, aunque sea temporal, tanto en la bolsa tradicional como en otros mercados. En ese escenario, el Bitcoin también podría beneficiarse, sobre todo si el nuevo gobierno emite señales de apertura hacia la innovación.
Clima de “confianza post-electoral”: Las elecciones generan incertidumbre, y esta se disipa en gran medida cuando el nuevo equipo de gobierno ya está definido. Si la administración Trump muestra voluntad de atraer capital de riesgo o de fomentar la innovación financiera, podría canalizar parte de esos flujos hacia el ecosistema cripto.
Acercamiento “business friendly”: Trump tiene experiencia como empresario y, en un pasado reciente, promovió desregulaciones o incentivos para sectores que consideraba estratégicos. Si su administración adopta una postura amigable hacia los intercambios y los fondos de inversión cripto, el flujo de compradores podría disparar el precio del BTC.
Disminución de tensiones geopolíticas: Algunos inversionistas esperan que, ahora, Estados Unidos busque acuerdos comerciales menos agresivos. Un entorno geopolítico más estable favorece el apetito por el riesgo y podría aumentar la demanda de criptoactivos.
Cabe recordar que el Bitcoin es naturalmente volátil. Un impulso de optimismo podría hacer que el precio suba de manera importante en apenas unas semanas, pero las alzas demasiado rápidas también conllevan correcciones igualmente bruscas.
Posibilidad 2: ¿Una caída pronunciada?
Por otra parte, hay voces que advierten sobre un posible retroceso en el precio del BTC tras la investidura. Estas son las razones que suelen esgrimir:
Declaraciones ambiguas o hostiles: Trump, en el pasado, ha emitido mensajes contradictorios sobre el Bitcoin. Si vuelve a criticarlas públicamente, o amenaza con imponer impuestos y restricciones, muchos inversores podrían reaccionar vendiendo de manera apresurada, generando presión bajista.
Regulaciones más estrictas: Si el nuevo equipo gubernamental implementa controles adicionales en las casas de cambio (exchanges), establece límites de retiro o gravámenes específicos, ello podría desincentivar a inversores e instituciones. El sentimiento negativo, a su vez, empujaría a la baja la cotización de BTC.
“Compra con el rumor, vende con la noticia”: Es un comportamiento frecuente en los mercados. Muchos apostaron por la tesis de un gobierno “pro-cripto” antes de la elección y compraron BTC anticipando una subida. Una vez que el acontecimiento pasa (la toma de posesión), suelen materializar ganancias, provocando caídas en el precio.
Hay que destacar que 2024 fue año de halving de Bitcoin, y se estima que en 2025 los efectos de la reducción de recompensa minera sigan impulsando una tendencia positiva. Sin embargo, una coyuntura política adversa podría mermar el optimismo derivado de ese menor suministro de BTC, al menos en el corto plazo.
Perspectiva de mercado: ¿Más optimismo o cautela?
Si miramos el historial de los ciclos presidenciales de 2017 y 2021 en Estados Unidos, se observa un aumento de la volatilidad en el precio de BTC cerca de los relevos en la Casa Blanca. Aun así, esta volatilidad no siempre fue sinónimo de subidas confirmadas: en ocasiones, las oscilaciones terminaban en correcciones importantes.
En 2021, por ejemplo, con la investidura de Biden, el precio de Bitcoin registró un auge previo y luego atravesó periodos de consolidación. Ahora, en 2025, con el retorno de Trump, volvemos a ver un escenario de intensos movimientos. Sin embargo, el mercado cripto no depende únicamente del entorno político: adopción institucional, volumen de derivados y regulaciones de stablecoins también ejercen un peso decisivo.
Los analistas más equilibrados recuerdan que, con cada ciclo, Bitcoin va acercándose a una dinámica propia, marcada por los halvings y la adopción creciente por parte de usuarios y empresas. Aun así, factores macroeconómicos —como las tasas de interés o estímulos económicos— pueden actuar como catalizadores para amplificar o moderar sus movimientos.
¿Por qué podría haber grandes fluctuaciones?
Existen al menos dos motivos principales:
El riesgo inherente de las criptomonedas: En muchos países de América Latina, por ejemplo, se percibe a BTC como una vía para protegerse de la inflación y las turbulencias monetarias. Aun así, cualquier noticia política de relevancia puede disparar compras masivas o ventas de pánico.
Trump, una figura impredecible: El nuevo (y a la vez viejo) inquilino de la Casa Blanca es conocido por sus declaraciones contundentes y giros sorpresivos. Un tuit (o un mensaje en otra red) puede encender o calmar los ánimos de los inversores, generando volatilidad extrema.
Es posible que en los próximos días, todavía cercanos a la ceremonia del 20 de enero, veamos picos de volatilidad en el precio de BTC. Inversores más prudentes preferirán reducir exposición, mientras que los más atrevidos podrían aprovechar correcciones para comprar barato o vender en máximos efímeros.
Consejos para enfrentarse a 2025
Atentos a la regulación: Si la Casa Blanca anuncia medidas restrictivas, lo normal sería anticipar ventas y una caída de precios en lo inmediato.
Monitoreo del sentimiento: Herramientas que miden la opinión pública en redes sociales o índices de “miedo y avaricia” pueden ofrecer señales de cambios bruscos en la tendencia.
Diversificación: Aunque el Bitcoin parezca prometedor, conviene acompañarlo con otras criptomonedas o stablecoins para reducir el riesgo de depender de un solo activo.
Uso de stop-loss: En especial para quienes hacen trading diario o semanal, establecer niveles de protección permite limitar pérdidas si se produce una caída repentina.
Con Trump de nuevo en el despacho oval, la comunidad cripto se mantiene alerta. Unos celebran la posibilidad de políticas más flexibles en el mercado de capitales, mientras otros recuerdan la retórica anti-cripto que ha surgido en el pasado entre algunos sectores republicanos. En todo caso, lo mejor es estar informado, evaluar las posiciones de inversión y, si aparece la volatilidad, buscar estrategias para sacarle provecho o protegerse de movimientos fuertes.
El Bitcoin, al fin y al cabo, ha demostrado capacidad para sorprender bajo cualquier contexto político.
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