El último año ha sido una verdadera montaña rusa para el mercado cripto, y el protagonista principal, como era de esperarse, ha sido el Bitcoin. Después de superar los 60,000 dólares en marzo y noviembre de 2021, y pasar casi tres años por debajo de ese nivel, la criptomoneda más importante del mundo no solo se recuperó, sino que acaba de romper un nuevo máximo histórico.
El 22 de mayo de 2025, el BTC alcanzó los 111 000 dólares, marcando así su precio más alto de todos los tiempos (ATH, por sus siglas en inglés). Esta marca histórica no solo genera entusiasmo entre los inversores de Bitcoin, sino que también reaviva el interés por otras criptos relevantes que suelen moverse junto con él. Entonces, surge una pregunta inevitable: ¿dónde estaban Ethereum (ETH), Solana (SOL) y XRP en este nuevo pico de Bitcoin?
ETH, SOL y XRP en el nuevo pico de BTC: ¿cómo estaban?
Veamos los precios de estas altcoins a finales de mayo de 2025:
Ethereum (ETH): su máximo histórico se mantiene en 4 878 dólares, alcanzado el 10 de noviembre de 2021, el mismo día del anterior ATH de BTC. En el nuevo pico de Bitcoin, ETH cotizaba cerca de los 2 600 dólares, lo que representa una caída de aproximadamente el 47 % desde su ATH.
Solana (SOL): esta altcoin sí se acercó bastante a su propio récord. El 19 de enero de 2025, superó los 270 dólares, impulsada por su creciente uso en gaming, memecoins y DePINs. En la nueva marca de BTC, su precio ronda los 160 dólares, es decir, está alrededor de un 40% por debajo de su máximo.
XRP (Ripple): aunque logró acercarse a su máximo en enero (cuando alcanzó los 3.31 dólares), su verdadero ATH sigue siendo de 3.36 dólares, registrado el 1 de julio de 2018. Hoy, XRP cotiza en torno a los 2.40 dólares, lo que representa una baja de más del 25% en comparación con su pico más reciente.
¿Qué impulsó los precios durante cada ATH?
Podemos dividir los factores en dos categorías: los que afectan al mercado en general y los específicos de cada proyecto:
Alta liquidez global: después de la pandemia, muchos gobiernos aplicaron políticas monetarias expansivas, aumentando la liquidez y beneficiando a activos de riesgo como las criptomonedas.
Narrativas sólidas:
Ethereum lideraba el boom de los NFTs y las finanzas descentralizadas (DeFi).
Solana se posicionaba como una blockchain de alto rendimiento y bajo costo.
XRP buscaba mantenerse relevante como solución de pagos transfronterizos, a pesar de su batalla legal con la SEC.
Entrada institucional: fondos de inversión y empresas empezaron a incluir criptomonedas en sus carteras, aumentando la legitimidad del mercado.
Efecto red y viralización: las comunidades online, celebridades e influencers jugaron un papel clave en acelerar el interés general.
En 2024, el entorno del mercado dio un salto de madurez, con hitos importantes como la aprobación de ETFs de Bitcoin y Ethereum en Hong Kong, e incluso se discutió la posibilidad de un ETF de Solana en Estados Unidos.
¿Y ahora qué?
Con el nuevo ATH de 111 000 dólares del BTC, el mercado cripto vive un momento de entusiasmo, pero también de mayor racionalidad:
Ethereum ha pasado por una evolución tecnológica importante con la actualización “Pectra”. A pesar de estar lejos de su máximo, su ecosistema DeFi sigue en expansión, con propuestas como la identidad digital ganando fuerza. En Latinoamérica, especialmente en Argentina y México, su uso en soluciones financieras descentralizadas sigue creciendo.
Solana logró resurgir tras el golpe del caso FTX. Hoy atrae proyectos de gaming, memecoins y finanzas descentralizadas en tiempo real. Su enfoque en velocidad y costos bajos la vuelve atractiva para desarrolladores, incluso en mercados emergentes como Colombia y Perú.
XRP, por su parte, cerró su litigio con la SEC y lanzó una stablecoin propia. Este movimiento apunta claramente al mercado institucional, con una propuesta menos orientada al inversor minorista y más centrada en bancos y pagos internacionales.
¿Qué esperar del próximo ciclo?
Si el Bitcoin continúa rompiendo récords en 2025 o 2026, es probable que veamos un patrón ya conocido: primero el BTC se dispara, y luego las altcoins ganan protagonismo. Pero hay diferencias importantes con respecto a ciclos anteriores:
Ethereum podría beneficiarse de futuras actualizaciones como el sharding.
Solana se está posicionando en nichos clave, con desarrolladores innovando constantemente.
XRP depende en gran medida del éxito de su estrategia institucional.
En este nuevo escenario, los inversores están más informados y son más exigentes. Ya no se trata solo de subirse a la ola, sino de entender qué proyectos tienen verdaderas bases tecnológicas y proyección a largo plazo.
Conclusión: ¿se repetirá la historia?
Analizar cómo se comportaron las altcoins durante los anteriores picos de BTC nos da pistas sobre lo que podría venir. Cada ciclo tiene su propio carácter, pero una constante se mantiene: cuando el BTC brilla, todo el mercado cripto se ilumina con él.
Y tú, ¿cuál crees que será la altcoin que logrará despegar por su cuenta en este nuevo ciclo?
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