El mercado cripto está, oficialmente, en una temporada de Bitcoin. En abril de 2025, menos del 30% de las principales altcoins superaron el rendimiento de BTC en los últimos 90 días —uno de los criterios clave del Altcoin Season Index.
Al mismo tiempo, el Bitcoin rompió la barrera de los 100 000 dólares, impulsado por flujos institucionales y un entorno global marcado por la incertidumbre económica. Mientras tanto, el sentimiento general mejora tras la reciente corrección, con el índice Fear & Greed rondando los 50 puntos.
Para quienes siguen de cerca el mercado, la gran pregunta es:
¿Estamos cerca de una nueva alt-season o aún falta para una rotación de capital significativa?
El dominio de BTC como brújula de ciclos
El Bitcoin Dominance (BTC.D) ha sido históricamente uno de los mejores termómetros para anticipar la transición entre las llamadas temporadas de Bitcoin y de altcoins. Hoy, el dominio de BTC superó el 64%, su nivel más alto desde mediados de 2020, lo que indica una fuerte concentración de capital en BTC frente a activos alternativos.
Este comportamiento suele anticipar dos escenarios posibles:
Que el ciclo alcista de BTC continúe con fuerza, manteniendo a las altcoins en fase de consolidación.
Que BTC esté llegando a un techo de dominancia, lo que históricamente ha dado lugar a una rotación hacia altcoins —como ocurrió en los ciclos de 2017 y 2021.
Sin embargo, los indicadores técnicos actuales aún no apuntan a una reversión inmediata, lo que sugiere que los inversores institucionales siguen priorizando seguridad en medio de un contexto macroeconómico frágil.
Altcoin Season Index: el termómetro de la rotación de capital
Otro dato relevante proviene del Altcoin Season Index, actualmente en 30 puntos —uno de los niveles más bajos desde su creación. El índice define una alt-season como un período en el que al menos el 75% de las 50 altcoins principales superan al BTC en 90 días. Claramente, hoy estamos lejos de ese umbral.
No obstante, hay un precedente reciente: en agosto de 2024, el índice tocó niveles similares y luego se vio seguido por una subida destacada en tokens de infraestructura, proyectos vinculados a inteligencia artificial y activos tokenizados del mundo real.
Por tanto, el momento actual puede interpretarse de dos formas: por un lado, hay una fuerte aversión al riesgo; por otro, esta misma configuración ha precedido ciclos alcistas de altcoins en el pasado.
Viento macro y regulatorio: el principal obstáculo
El entorno macroeconómico global representa hoy uno de los mayores frenos para una alt-season generalizada. Las políticas monetarias restrictivas —particularmente de la Reserva Federal— están drenando liquidez de los mercados, lo que afecta directamente a activos más volátiles y de menor capitalización.
A esto se suman las recientes reestructuraciones regulatorias en Estados Unidos, como el cierre de la unidad cripto del Departamento de Justicia o los cambios en la cúpula de la SEC. Todo esto genera incertidumbre, sobre todo para proyectos asociados a DeFi, DAOs o modelos de gobernanza tokenizada.
El resultado: un escenario menos atractivo para inversores que, en tiempos de inestabilidad, prefieren quedarse con BTC y ETH antes que asumir riesgos adicionales.
Narrativas que resisten: dónde aún hay impulso
Aunque el foco principal está puesto en Bitcoin, hay sectores que siguen mostrando buen desempeño relativo.
Tokens de IA: proyectos ligados a modelos generativos, agentes autónomos y oráculos contextuales siguen en crecimiento, con adopción en múltiples industrias.
Real World Assets (RWAs): la tokenización de activos como bonos del Estado, bienes raíces y commodities avanza en países con marcos regulatorios estables —especialmente en jurisdicciones como Suiza, Emiratos Árabes, Brasil y partes de América Central.
Infraestructura modular: soluciones L2 y L3 basadas en Ethereum, como Arbitrum, Starknet o Linea, continúan atrayendo desarrolladores y capital, gracias a costos reducidos y escalabilidad mejorada.
Estos tokens tienden a destacar cuando combinan fundamentos sólidos, emisión controlada, modelos sostenibles de staking y participación activa de sus comunidades técnicas.
Estrategias avanzadas: qué observar ahora
Para inversores técnicos, algunos indicadores clave merecen atención:
Una reversión en el dominio de BTC, especialmente si cae por debajo del 60 %, junto con aumento en volumen de altcoins.
Consolidación lateral de BTC durante semanas, lo que en ciclos anteriores permitió flujos hacia activos de mayor riesgo.
Crecimiento en TVL (Total Value Locked) en protocolos DeFi multichain, acompañado de mejores métricas de funding rate y open interest, especialmente si hay señales de acumulación spot y apalancamiento controlado.
También vale monitorear el flujo de capital institucional hacia Ethereum y sus soluciones de segunda capa, ya que suelen anticipar movimientos alcistas en tokens del ecosistema.
Conclusión: aún no es alt-season — pero podría estar cerca
Todo indica que estamos en plena Bitcoin season, reforzada por un contexto macroeconómico tenso y regulaciones inciertas. No hay señales técnicas ni de sentimiento que confirmen una alt-season inmediata.
Sin embargo, la historia del mercado cripto muestra que el capital siempre rota. Y cuando lo hace, favorece proyectos con fundamentos, comunidad, gobernanza sólida y propuestas claras.
La próxima al-tseason probablemente será más selectiva. No premiará promesas vacías, sino tokens con entregas reales, economías viables y adopción concreta.
Quienes entiendan esa dinámica estarán mejor posicionados cuando el mercado gire. Porque en cripto, la anticipación informada vale tanto como el timing.
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