🚨 La Reserva Federal se prepara para una de sus medidas más significativas en años. Tras dos recortes de tipos a principios de 2025, ahora se prepara para inyectar una enorme cantidad de liquidez de 1,5 billones de dólares al sistema financiero.
El capital nuevo no solo se deposita en acciones y bonos, sino que también se propaga a las criptomonedas. Los activos de riesgo prosperan gracias a la abundante liquidez, y los ciclos anteriores demuestran que las entradas importantes suelen desencadenar potentes repuntes.
Pero la otra cara de la moneda es clara: el mismo efectivo que impulsa las ganancias también puede inflar burbujas peligrosas. El exceso de liquidez ha provocado repetidamente mercados sobrecalentados, aumentos repentinos impulsados por el miedo a perderse algo (FOMO) y caídas dolorosas una vez que las políticas se endurecen, desde 1999 hasta 2008 y 2020.
En el caso de las criptomonedas, los efectos tienden a ser aún más explosivos. Con mercados que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana y sin amortiguadores centrales, cada ola de liquidez actúa como combustible para aviones.BitcoinHistóricamente, las mayores rupturas de precios —y las fiebres de las altcoins— se han alineado con tales shocks. Un impulso de 1,5 billones de dólares por parte de la Reserva Federal podría ser el próximo catalizador.
Los riesgos no han desaparecido. Las presiones inflacionarias persisten, la deuda estadounidense sigue aumentando y las tensiones geopolíticas se mantienen elevadas. Cuando la liquidez se reduce, quienes llegan tarde y buscan máximos suelen ser los más afectados.
Aun así, el potencial alcista es innegable. Si el ciclo se repite, podríamos estar al borde de uno de los repuntes más fuertes en años. Los primeros en reaccionar podrían obtener ganancias descomunales, mientras que los indecisos corren el riesgo de perderse esta oportunidad.
La única pregunta: ¿seguirán los mercados subiendo al ritmo o se prepararán para cuando la música se detenga?