Según PANews, el potencial para una aceleración macroeconómica sigue siendo limitado, confiando en gran medida en los hogares adinerados y el gasto de capital impulsado por IA. Se aconseja a los inversores centrarse en semiconductores e infraestructura de IA como motores de crecimiento a largo plazo, mientras mantienen cautela hacia índices de base amplia. La concentración de gigantes tecnológicos oculta las vulnerabilidades del mercado, y la trayectoria del dólar podría determinar la continuación o el final del ciclo actual.
El mercado refleja una economía de doble vía, donde el 10% superior de los ingresos contribuye con más del 60% del gasto del consumidor, aprovechando la riqueza de acciones e inmuebles. Mientras tanto, la inflación erosiona la riqueza de las familias de ingresos medios y bajos, creando una brecha que explica la coexistencia de la 'reaceleración' económica y la debilidad del mercado laboral.
Las políticas de la Reserva Federal plantean riesgos narrativos, con la volatilidad de la política convirtiéndose en la norma. La Fed enfrenta un dilema entre datos del PIB fuertes y un gasto del consumidor resistente, justificando un ritmo más lento de recortes de tasas, y el riesgo de 'pánico por crecimiento' si los recortes de tasas se retrasan. Históricamente, los recortes de tasas durante ganancias fuertes, como se vio en 1998, extienden los mercados alcistas, pero el ciclo actual está distorsionado por la inflación persistente y el dominio de las acciones tecnológicas de los 'Siete Grandes'.
En un entorno de crecimiento nominal, la selección de activos es crucial. Se aconseja a los inversores asignar activos físicos escasos como el oro y materias primas clave, y plataformas de productividad como infraestructura de IA y semiconductores, mientras evitan la sobreconcentración en acciones de moda. El futuro se inclina hacia un mercado alcista estructural en lugar de un rally general.
El rendimiento de los mercados de vivienda y acciones impacta en el sentimiento del consumidor. Una caída simultánea podría erosionar el 'efecto riqueza' psicológico. El mercado inmobiliario experimenta rebotes a corto plazo con recortes de tasas, pero persisten desafíos estructurales, incluyendo presiones demográficas, pagos de préstamos estudiantiles y disparidades económicas regionales.
La liquidez del dólar es un pivote oculto, con un dólar fuerte que podría afectar a los mercados más débiles antes de EE. UU. Un riesgo subestimado es la contracción de la oferta de dólares, con aranceles que reducen los déficits comerciales y limitan el flujo global de dólares de regreso a los activos de EE. UU. A pesar de los altos déficits fiscales, la reducción de compradores extranjeros de bonos del Tesoro de EE. UU. resalta desajustes de liquidez. Los datos de la CFTC muestran posiciones cortas récord en dólares, indicando una posible cobertura de posiciones cortas que podría afectar a los activos de riesgo.
El ciclo de financiarización está cerca de su fin, con políticas económicas diseñadas para mantener la estabilidad antes de eventos políticos clave. La desigualdad estructural alimenta presiones populistas, lo que lleva a cambios de políticas en varios sectores. La naturaleza dual del mercado, con acciones tecnológicas concentradas, apoya las valoraciones pero también incrusta vulnerabilidades.