La Ordenanza de Stablecoins de Hong Kong generó un fuerte interés inicial, con docenas de entidades señalando aplicaciones, pero el entusiasmo se ha enfriado a medida que los desafíos regulatorios se hicieron más claros.
La CSRC de China instó a las corredurías a pausar la tokenización de RWA en Hong Kong, afectando indirectamente las estrategias de stablecoins al interrumpir los modelos de negocio y la confianza en todo el sector.
Se espera que la HKMA emita solo unas pocas licencias en 2026, con instituciones más grandes favorecidas, mientras que las empresas más pequeñas pueden retrasarse, retirarse o buscar otras jurisdicciones.
El régimen de licencias de stablecoins de Hong Kong comenzó con un fuerte entusiasmo, pero la cautela regulatoria y las restricciones de RWA han ralentizado el impulso, creando incertidumbre para los solicitantes y el futuro del mercado.
INTRODUCCIÓN
Al principio, la política de stablecoins de Hong Kong generó un entusiasmo significativo.
Desde que la Ordenanza de Stablecoins entró en vigor el 1 de agosto de 2025, ha habido un creciente interés en los sectores de blockchain y financiero. El marco prometió claridad: la emisión de stablecoins referenciadas a fiat ahora requeriría una licencia de la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA). Dentro de unas semanas, los informes indicaron que 77 entidades habían expresado interés en postularse. La atmósfera era optimista, con muchos anticipando el potencial de Hong Kong para convertirse en un centro líder para stablecoins reguladas en Asia.
Sin embargo, este optimismo pronto encontró su primer obstáculo.
A finales de septiembre, informes de los medios sugirieron que el regulador de valores de China, la CSRC, había aconsejado informalmente a varias corredurías del continente que pausaran sus proyectos de tokenización de activos del mundo real (RWA) en Hong Kong. Aunque esta orientación no se dirigió específicamente a las stablecoins, la conexión entre la tokenización de RWA y la emisión de stablecoins es significativa. Las estructuras de RWA a menudo sustentan las stablecoins al proporcionar colateral o apoyar casos de uso, por lo que las restricciones sobre RWA afectan inevitablemente al ecosistema más amplio.
Como resultado de este cambio de tono, la confianza entre los solicitantes potenciales comenzó a vacilar.
Varios solicitantes potenciales reconsideraron sus estrategias. Algunos ralentizaron sus solicitudes, mientras que otros, según informes, se retiraron por completo. El optimismo de principios de agosto dio paso a la cautela, a medida que las empresas sopesaban los costos y riesgos de proceder bajo una incertidumbre creciente. Los actores más pequeños, en particular, parecen ser más vulnerables, dada la mayor carga de cumplimiento y los requisitos de capital asociados con el régimen de licencias.
FACTORES DETRÁS DEL CAMBIO
Las razones de esta creciente hesitación son multifacéticas. Primero, la incertidumbre regulatoria ha creado ansiedad. Si la orientación informal de Pekín se convierte en una postura de política a largo plazo, las empresas temen un mayor control o restricciones en el futuro. Segundo, la carga de cumplimiento es sustancial. La HKMA requiere una gobernanza robusta, estrictos procedimientos KYC/AML y un respaldo del 100 por ciento en reservas, lo que representa costos significativos. Tercero, el sentimiento de los inversores es frágil. Cuando empresas bien conocidas dudan, la confianza en el sector tiende a debilitarse. Finalmente, algunos proyectos están explorando jurisdicciones alternativas, como Singapur o los EAU, donde las expectativas regulatorias pueden ser más claras o flexibles.
IMPLICACIONES PARA EL MERCADO
Juntas, estos factores tienen consecuencias tangibles para el mercado. Es probable que el número de solicitudes de licencia sea menor de lo inicialmente esperado, y la competencia puede concentrarse entre un puñado de grandes instituciones bien capitalizadas. Estas empresas pueden incluir bancos, telecomunicaciones o grandes empresas tecnológicas, en lugar de las startups ágiles que primero consideraron a Hong Kong como una puerta de entrada. Esta concentración podría asegurar la solidez regulatoria pero puede limitar la diversidad y la innovación a corto plazo.
PERSPECTIVAS Y DESARROLLOS FUTUROS
Mirando hacia adelante, mucho dependerá de cómo la HKMA implemente el nuevo marco. El regulador ha sugerido que las primeras licencias pueden ser emitidas a principios de 2026, pero solo a un pequeño número de solicitantes. Los observadores esperan que la HKMA proceda con cautela, priorizando la estabilidad sobre la rápida expansión. El éxito de las primeras stablecoins con licencia será monitoreado de cerca, ya que su desempeño ayudará a determinar si el marco inspira confianza o provoca ajustes adicionales.
En última instancia, la dirección de la política de stablecoins de Hong Kong estará determinada por consideraciones tanto locales como del continente. Las autoridades pueden refinar ciertas reglas, ofreciendo potencialmente espacios de prueba o programas piloto si el mercado demuestra una adopción de bajo riesgo. Al mismo tiempo, los desarrollos en Pekín seguirán siendo críticos. Si los reguladores del continente mantienen una postura cautelosa hacia los activos digitales y la tokenización, el margen de maniobra de Hong Kong puede ser limitado. Por el contrario, si las actitudes se suavizan, Hong Kong podría ver un renovado impulso.
En resumen, el régimen de licencias de stablecoins de Hong Kong comenzó con un fuerte entusiasmo, pero las señales regulatorias recientes han introducido una atmósfera más cautelosa. La industria ahora enfrenta un período de ajuste, mientras las empresas equilibran las oportunidades de ser pioneras frente a los riesgos de una dirección política incierta.
"LICENCIA DE STABLECOIN DE HONG KONG: DEL HYPE A LA HESITACIÓN" esta artículo fue publicado por primera vez en (CoinRank).