Los mercados financieros hoy recordaban una pista de carreras después de la salida. La razón fue la esperada intervención del presidente de la Fed, Jerome Powell, en Jackson Hole, que no solo cumplió, sino que superó las expectativas más optimistas de los inversores. Powell, de hecho, abrió la puerta a una reducción de las tasas de interés ya en septiembre, provocando un rally en los mercados de valores, una caída en el rendimiento de los bonos del gobierno y una debilidad en el dólar.
¿Qué exactamente ocurrió? Análisis detallado
La reacción de los mercados fue instantánea y unánime. Este es un caso raro en el que todas las clases de activos se movieron exactamente como predice el libro de texto financiero en el capítulo 'Ablandamiento de la política monetaria'.
Las acciones se dispararon: los índices bursátiles estadounidenses mostraron un fuerte crecimiento. S&P 500 y Nasdaq 100 saltaron un 1,3%, acercándose a sus recientes récords, mientras que el índice industrial Dow Jones se disparó en 700 puntos. Los inversores interpretaron las palabras de Powell como una señal para comprar activos de riesgo. Un detalle curioso: los gigantes tecnológicos, especialmente en el ámbito de la IA, mostraron un crecimiento más moderado, lo que indica las preocupaciones de los inversores sobre sus ya altas valoraciones. Las acciones de Nvidia, por ejemplo, se negociaron casi sin cambios antes de su informe.
El rendimiento de los bonos se desplomó: el rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años de EE. UU., un indicador clave para los mercados globales, cayó al 4,28%. Esta es una disminución significativa que muestra que los inversores están incorporando en los precios futuras tasas de interés más bajas, haciendo que los préstamos para empresas y el gobierno sean potencialmente más baratos.
El dólar cayó: el índice del dólar (DXY), que refleja su fortaleza frente a una cesta de monedas principales, se desplomó más de un 0,7%, cayendo por debajo de la marca de 98. Un dólar que se 'abarata' es una consecuencia directa de la expectativa de reducción de tasas en EE. UU., lo que hace que la moneda estadounidense sea menos atractiva para los ahorros internacionales.
Puntos clave de Powell: leamos entre líneas
¿Por qué los mercados están tan entusiasmados? Porque Powell, en su discurso, cambió los énfasis, y lo hizo de manera bastante clara.
El cambio de enfoque de la inflación al empleo: el mensaje principal del presidente de la Fed fue que el equilibrio de riesgos ha cambiado. Si antes la principal preocupación era la alta inflación, ahora los riesgos para el mercado laboral toman protagonismo. Powell señaló que los datos de empleo de julio fueron más débiles de lo esperado y advirtió que los despidos podrían aumentar rápidamente si las condiciones empeoran. En otras palabras, la Fed teme más provocar una recesión que perder el control sobre la inflación.
La puerta para septiembre está ampliamente abierta: aunque Powell no hizo una promesa directa, sus formulaciones fueron interpretadas como una señal clara. El mercado de futuros ahora estima una probabilidad del 91% de una reducción de 25 puntos básicos en septiembre. Además, los traders ya están apostando por un mayor aflojamiento de la política a finales de año, esperando en promedio dos, y algunos (alrededor del 40%) incluso tres recortes de tasas.
"Pero hay una advertencia...": para mantener el equilibrio, Powell también mencionó los riesgos. Señaló que la inflación aún no ha sido vencida y que las nuevas tarifas comerciales podrían impulsar el aumento de precios. Este es un movimiento clásico del presidente del banco central: dar al mercado lo que quiere, pero dejarse espacio para maniobrar si los datos económicos cambian repentinamente.
Conclusiones para el inversor: ¿qué esperar a continuación?
El discurso de Powell cambia radicalmente el paisaje de inversión para los próximos meses.
El regreso del apetito por el riesgo: la era de 'No hay alternativa' (TINA) a las acciones podría estar regresando. En un entorno de tasas en descenso, la atractividad de los activos sin riesgo, como el efectivo y los bonos del gobierno, disminuye. Esto empuja al capital a moverse hacia arriba en la escala de riesgo en busca de rendimiento, principalmente en acciones.
Ganadores y perdedores: las empresas de crecimiento, el sector tecnológico y las industrias sensibles al costo del endeudamiento, como la vivienda y la construcción, son las que más se benefician de la reducción de tasas. Las empresas con alta carga de deuda también obtienen alivio. Al mismo tiempo, el sector financiero, especialmente los bancos, puede verse presionado por la reducción del margen de crédito.
Un dólar débil como factor de crecimiento: la debilidad de la moneda estadounidense es beneficiosa para los exportadores estadounidenses, ya que sus productos se vuelven más baratos y competitivos en el mercado mundial. Esto también es positivo para las corporaciones multinacionales de EE. UU. que generan ingresos en moneda extranjera: al convertirlos a dólares, sus beneficios aumentan.
La intervención de Jerome Powell para los inversores parece haber sido una luz verde para estrategias más arriesgadas. Sin embargo, la euforia no debe nublar el sentido común: se deberá prestar doble atención a los datos sobre inflación y el mercado laboral. El otoño en los mercados promete ser caliente, y los inversores deben abrocharse los cinturones: la turbulencia no está excluida.