El hacker Infini resurge, mueve $16M en ETH a medida que los precios aumentan
El notorio hacker detrás de la explotación de Infini de $49.5 millones ha vuelto a aparecer, moviendo una considerable cantidad de 4,770 ETH (≈$16 millones) el 17 de julio de 2025 — su primera actividad en cadena desde la brecha de febrero.
La maniobra ocurre justo cuando Ethereum supera los $3,400, lo que sugiere que el atacante ahora busca asegurar ganancias.
Los fondos robados se dividieron en dos direcciones:
Una canalizó 3,000 ETH a través de Tornado Cash, un servicio de mezcla utilizado frecuentemente para ocultar rastros digitales.
La otra intercambió 1,770 ETH por ~$5.9 millones en DAI, convirtiendo parte del botín robado en stablecoins — un movimiento clásico de liquidación.
En febrero, el hacker intercambió los USDC robados por 17,696 ETH a un precio de entrada promedio de $2,798 por moneda.
Con el precio de ETH en aumento, el tesoro robado ahora vale más de $59 millones, ganando al atacante más de $10 millones en beneficios además del robo inicial.
A pesar de los intentos de negociación de Infini después del ataque — ofreciendo una recompensa del 20% e inmunidad legal a cambio de la recuperación de fondos — el hacker ignoró toda comunicación.
La billetera involucrada aún retiene más de $38 millones en ETH, lo que significa que podrían seguir más liquidaciones en los próximos días.
Los analistas creen que los movimientos recientes son solo el comienzo de una estrategia de salida gradual, probablemente diseñada para evitar la detección. Con Tornado Cash aún en juego y los intercambios de DAI en aumento, las posibilidades de recuperación de fondos son escasas o nulas.
Los privilegios de administrador retenidos por un desarrollador fueron la causa raíz de la explotación — un gran descuido que permitió el acceso por la puerta trasera a los contratos inteligentes de Infini. El caso ahora se clasifica entre las mayores brechas criptográficas de 2025, junto con el hackeo de Bybit de $1.4M del mismo mes.
Esto es más que un simple robo. Es un escalofriante recordatorio de que incluso las plataformas de confianza pueden estar a un paso en falso de la catástrofe.