#PowellVsTrump Prepárate para un viaje en el tiempo, porque la historia entre Donald Trump y Jerome "Jay" Powell tiene más giros de guion que una telenovela. Es una saga sobre poder, dinero y dos personalidades que chocaron como trenes.
Aquí tienes el historial de su relación, contado como si estuviéramos tomando un café.
Imagina la escena: por un lado, un magnate inmobiliario y estrella de la telerrealidad que llega a la presidencia con la promesa de hacer que la economía estadounidense "ruja" como nunca. Por otro, un abogado y banquero de perfil bajo, metódico y fiel a las reglas de la economía. ¿Qué podría salir mal? Pues, todo.
Acto 1: La Luna de Miel (2017 - Principios de 2018)
Todo comenzó como una historia de conveniencia. A finales de 2017, Donald Trump tenía que elegir al nuevo jefe de la Reserva Federal (la Fed), el banco central de EE.UU. que controla los tipos de interés. La jefa en ese momento era Janet Yellen, una demócrata nombrada por Obama.
Trump, queriendo poner a "su" gente, vio en Jerome Powell, que ya era miembro de la junta de la Fed y republicano, una opción perfecta. Pensó que Powell sería un aliado, un tipo que mantendría los tipos de interés bajos para que el crédito fluyera, las empresas invirtieran y la bolsa subiera. En resumen, quería un animador para su fiesta económica.
En febrero de 2018, Powell asumió el cargo. Trump estaba contento. El mercado estaba feliz. Parecía el inicio de una gran amistad.
Acto 2: Se Acabó el Amor (Mediados de 2018 - 2019)
Pero aquí es donde el guion da un giro. La economía de EE.UU. crecía con fuerza, en parte por los recortes de impuestos de Trump. Powell y la Fed, actuando como el bombero responsable que ve que la cocina se está sobrecalentando, hicieron lo que los manuales de economía dicen que hay que hacer: empezaron a subir los tipos de interés para evitar que la inflación se descontrolara.
Para Trump, esto fue una traición. ¡Era como si el DJ que contrató para su fiesta de repente pusiera música lenta!
Y ahí comenzó el bombardeo público. Trump rompió una tradición de décadas en la que los presidentes no comentaban las decisiones de la Fed para respetar su independencia.
Primero fueron indirectas en Twitter: "No estoy contento con las subidas de tipos".
Luego, los ataques se volvieron personales y brutales: Llamó a la Fed "loca", "fuera de control" y su "mayor amenaza". Dijo que Powell era un "golfista que no sabe patear" (una ofensa grave para un aficionado al golf como Trump).
El punto álgido del drama: En agosto de 2019, tras una nueva decisión de la Fed, Trump tuiteó una pregunta que dejó a todos boquiabiertos: "¿Quién es nuestro mayor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi (de China)?". Comparar al jefe de su propio banco central con el líder de su principal rival geopolítico fue algo nunca visto.
Durante todo este tiempo, Powell mantuvo una compostura casi robótica. En cada rueda de prensa, con un ejército de periodistas preguntándole por los tuits de Trump, él respondía con calma: "La ley nos da una independencia muy importante y la usamos para servir al pueblo estadounidense".
Trump incluso exploró si podía despedirlo, algo que legalmente era casi imposible y que habría desatado el pánico en los mercados financieros globales.
Acto 3: Una Tregua Forzada por la Pandemia (2020)
Cuando parecía que la tensión no podía escalar más, llegó un enemigo común que lo cambió todo: el COVID-19.
La pandemia obligó a apagar la economía mundial. De repente, Trump y Powell ya no peleaban entre sí; ambos luchaban contra un colapso económico histórico. Sus objetivos se alinearon de la noche a la mañana.
Powell y la Fed actuaron a una velocidad de vértigo: bajaron los tipos de interés a cero, inyectaron billones de dólares en los mercados y lanzaron programas de préstamos de emergencia. Se convirtieron en el salvavidas de la economía.
Trump, por su lado, impulsó gigantescos paquetes de estímulo fiscal, enviando cheques directamente a los ciudadanos y ayudando a las empresas.
Dejaron de pelear porque, básicamente, ambos estaban pisando el acelerador a fondo al mismo tiempo. La guerra abierta dio paso a una tregua incómoda pero necesaria.
Acto 4: El Epílogo y... ¿La Secuela? (Post-presidencia hasta hoy)
Trump perdió las elecciones, pero no dejó de hablar de Powell. Cuando la inflación (causada en parte por todo ese estímulo de la pandemia) se disparó, Trump lo culpó. Y cuando Powell, ya bajo la presidencia de Biden, comenzó el ciclo de subidas de tipos más agresivo en 40 años para combatir esa misma inflación, Trump también lo culpó por "ahogar la economía".
Hoy, la situación es esta:
Jerome Powell sigue al frente de la Fed, habiendo sido renombrado por el presidente Biden, en un gesto de confianza bipartidista.
Donald Trump, en su nueva campaña presidencial, ha dejado muy claro que si vuelve a la Casa Blanca, no renovará a Powell en el cargo.
La saga, por tanto, no ha terminado. Es la historia de cómo un presidente populista chocó frontalmente con la independencia de una de las instituciones más poderosas del mundo. Fue un enfrentamiento entre la política del "ahora" y la economía del "largo plazo", y sus ecos todavía resuenan en cada decisión financiera que se toma hoy. La segunda temporada podría estrenarse en 2025.