Tendencias Divergentes: Mientras Bitcoin alcanza máximos anuales, la red Pi está experimentando una caída, reflejando un debilitamiento del interés de los inversores y una degradación técnica.

Decorelación Aguda: La correlación de Pi con Bitcoin ha caído a solo 0.07, una caída significativa con respecto a niveles anteriores, señalando una ruptura estadística y estratégica.

Momentum Perdido: La mayoría de las altcoins típicamente se benefician de los ciclos alcistas de Bitcoin, pero la red Pi permanece desconectada de esta tendencia ascendente.

Desinterés de los Inversores: La decorrelación apunta a una falta estructural de confianza de los inversores, haciendo que la red Pi esté cada vez más aislada en el ecosistema criptográfico más amplio.

Riesgo Estratégico: A medida que pierde relevancia en las carteras de criptomonedas, Pi se convierte más en un activo especulativo de alto riesgo en lugar de un proyecto alineado con el mercado.

Declive en la Visibilidad: Sin el impulso vinculado a Bitcoin, la red Pi lucha por atraer nuevos flujos de capital o atención, limitando aún más su potencial de crecimiento.

Presión e Incertidumbre: El proyecto enfrenta una fuerte presión de venta y escepticismo debido a fundamentos poco claros y falta de progreso.

Necesidad de Recuperación: Para revertir la tendencia, Pi debe restaurar la confianza del mercado, redefinir su propuesta de valor y alinearse nuevamente con los ciclos liderados por Bitcoin para recuperar tracción.

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