Según ShibDaily, el Senado de EE. UU. ha aprobado por poco el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria, conocido como el “One Big Beautiful Bill”, tras más de 24 horas de intenso debate. La legislación fue aprobada con una votación de 50-50, con el Vicepresidente JD Vance emitiendo el voto decisivo para romper el estancamiento. El proyecto de ley ha enfrentado críticas bipartidistas significativas, particularmente en relación con las reducciones en la atención médica, la supervisión de la IA y el impacto de los recortes fiscales en la distribución de la riqueza. La oposición provino de todos los demócratas y tres republicanos, quienes buscaron enmiendas para la regulación de la IA y un aumento en la financiación para hospitales rurales. La Senadora Cynthia Lummis, una fuerte defensora de los activos digitales, propuso una enmienda para abordar lo que ella calificó como “tratamiento fiscal injusto” para los mineros de criptomonedas y los stakers. Sin embargo, sus enmiendas no fueron incluidas en la versión final del proyecto de ley presentada en el piso del Senado.

La Senadora Lummis expresó sus opiniones sobre la aprobación del proyecto de ley, reconociendo sus imperfecciones pero destacando sus posibles beneficios para el sector energético de Wyoming y las familias trabajadoras. El proyecto de ley ahora regresa a la Cámara de Representantes de EE. UU., donde se espera que enfrente una fuerte oposición de los demócratas, a pesar de la mayoría republicana. La legislación también ha recibido críticas de líderes de la industria, incluido el CEO de Tesla, Elon Musk. Musk, cuya relación con el presidente de EE. UU., Donald Trump, se ha enfriado, expresó su oposición al proyecto de ley, citando preocupaciones sobre su impacto en la deuda nacional. Sugerió la formación de una nueva organización política, el “Partido Americano”, como una alternativa al actual panorama político. Musk cuestionó la lógica detrás de aumentar el techo de la deuda y expresó su deseo de evitar la bancarrota de la nación.

A medida que el proyecto de ley avanza, sus implicaciones económicas y políticas a largo plazo siguen siendo inciertas. Legisladores, líderes de la industria y el público están monitoreando de cerca la situación, anticipando más debates sobre las prioridades de gasto federal y la dirección futura de la política de EE. UU. La aprobación del proyecto de ley marca un momento significativo en las discusiones en curso sobre la responsabilidad fiscal y la gobernanza en los Estados Unidos. El resultado de estos debates probablemente dará forma al panorama económico y a la dinámica política del país en los próximos años.