La privacidad es poder. Y los ultra-ricos acaban de cambiar su dirección.
Las oficinas familiares suizas, esos guardianes de mil millones de dólares de la riqueza generacional, están dejando Ginebra y Zúrich por el DIFC de Dubái. ¿Por qué?
Suiza está quebrándose.
Las regulaciones se están endureciendo.
La transparencia es el nuevo impuesto.
¿Y la bóveda del secreto? Abierta de par en par.
Dubái responde con silencio y fuerza.
0% de impuesto sobre la riqueza
0% de ganancias de capital
Máxima discreción
Alcance global
Esta no es una historia de vaqueros de criptomonedas. Este es dinero antiguo, realeza, dinastías industriales y asesores suizos huyendo de la niebla de la supervisión.
Dubái no es solo el próximo parque de diversiones para la élite, es el nuevo centro neurálgico de la estrategia de riqueza.
En un mundo donde la regulación asfixia la soberanía, el capital sigue a la libertad.
¿Y ahora mismo? La libertad vive en el desierto.
Inversores en criptomonedas: presten atención. El capital legado acaba de trazar un mapa.
¿Estás siguiendo el dinero?