Colapso de las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia en Estambul en medio de un ultimátum ruso sobre las regiones ocupadas
Estambul, 16 de mayo de 2025 — Las esperanzas de un avance en el conflicto entre Ucrania y Rusia se desvanecieron esta semana después de que las muy anticipadas conversaciones de paz en Estambul terminaran abruptamente sin ningún acuerdo. El colapso ocurrió cuando la delegación rusa emitió un firme ultimátum exigiendo una retirada total de las fuerzas ucranianas de cuatro regiones en disputa—Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporizhzhia—territorios que Rusia reclama como propios.
Varios medios internacionales, incluidos The Guardian, AP News y The Kyiv Independent, han confirmado que las negociaciones, la primera reunión cara a cara entre las dos partes desde 2022, terminaron en un estancamiento diplomático. La delegación rusa supuestamente abandonó las conversaciones después de que los funcionarios ucranianos rechazaran las demandas de Moscú como "irrealistas" y las equipararan a una rendición de facto.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy reiteró la posición de Kyiv durante un discurso nacional, enfatizando que un "cese al fuego incondicional" sigue siendo el objetivo principal para Ucrania. Sin embargo, dejó claro que su gobierno no aceptaría ningún término que implique ceder territorio soberano ucraniano o abandonar su camino hacia la integración en la OTAN.
"Ucrania no se someterá a ultimátums que amenacen nuestra soberanía y la libertad de nuestro pueblo", declaró Zelenskyy. "Buscamos la paz—pero no a costa del futuro de nuestra nación."
Los observadores internacionales han expresado su preocupación de que el colapso de las conversaciones podría llevar a nuevas escaladas en las líneas del frente, donde los combates se han intensificado en las últimas semanas, particularmente alrededor de Avdiivka y el sur de Zaporizhzhia.
Los analistas dicen que las negociaciones fallidas subrayan la profunda división entre las visiones de Kyiv y Moscú para poner fin a la guerra. Mientras Ucrania sigue pidiendo la restauración de sus fronteras internacionalmente reconocidas y garantías de seguridad de aliados occidentales, Rusia insiste en el reconocimiento de sus reclamaciones territoriales y una congelación de las ambiciones de Ucrania en la OTAN.
Con los esfuerzos diplomáticos nuevamente estancados, la atención global se centra en si los mediadores internacionales pueden reavivar el proceso de paz—o si el conflicto está destinado a entrar en otro capítulo prolongado y sangriento.