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EE. UU. se Prepara para un Conflicto Prolongado con China en Medio de Tensiones por Taiwán


Por Peter Apps, Reuters


Los Estados Unidos están intensificando los preparativos militares para un posible conflicto a largo plazo con China, con altos funcionarios de defensa advirtiendo que las bases militares estadounidenses—e incluso el territorio nacional—podrían enfrentar amenazas directas si Pekín lanza una invasión de Taiwán.


Advertencias Estratégicas y Riesgo para el Territorio Nacional

El Brig. Gen. Doug Wickert recientemente advirtió a los residentes en California sobre la posibilidad de ataques directos en suelo estadounidense si estalla un conflicto, subrayando la creciente seriedad de la planificación del Pentágono. Los escenarios bajo consideración incluyen ciberataques, sabotaje de infraestructura crítica y la posibilidad de ataques nucleares limitados.


Fortaleciendo las Capacidades de Disuasión

En respuesta a la creciente amenaza, EE. UU. está reforzando activos militares clave en el Pacífico. Esto incluye el despliegue de avanzados bombarderos furtivos B-21, la mejora de los sistemas de defensa de misiles y la construcción de pistas adicionales en ubicaciones estratégicas de islas.


Preocupaciones sobre los Almacenes de Municiones

A pesar de estos esfuerzos, los funcionarios han expresado preocupación por la escasez de armamento esencial en los almacenes. Se informa que EE. UU. carece de misiles y torpedos suficientes para mantener un compromiso militar prolongado, lo que destaca una vulnerabilidad crítica en la preparación de defensa.


La Coordinación Aliada es Crucial

Los esfuerzos de disuasión no se están llevando a cabo solos. Los aliados de EE. UU., incluidos Japón, Corea del Sur, Australia y Filipinas, están desempeñando papeles clave en la planificación estratégica y la alineación militar regional para contrarrestar la posible agresión china.


A medida que aumentan las tensiones en el Indo-Pacífico, la planificación del Pentágono refleja un cambio hacia la preparación no solo para escaramuzas regionales, sino para un conflicto prolongado y multidominio que podría redefinir la guerra del siglo XXI.