Ethereum se lanza a su transformación más ambiciosa: Multiplicar por 100 su capacidad
Por Martín Nicolás ParolariPublicado el 3 de mayo de 2025 | Comentarios (1) |
Un plan presentado por la Fundación Ethereum propone aumentar 100 veces el límite de gas en la red, lo que podría llevar a procesar hasta 2.000 transacciones por segundo. ¿La solución definitiva o un nuevo riesgo para su estabilidad?
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La red Ethereum, uno de los pilares del ecosistema blockchain y Web3, quiere dejar atrás su fama de lenta y costosa. Un nuevo plan propuesto por el investigador Dankrad Feist, de la Fundación Ethereum, busca elevar de forma exponencial el límite de gas que determina cuántas operaciones puede ejecutar la red por bloque. La propuesta, conocida como EIP-9698, plantea un crecimiento gradual que podría, en solo cuatro años, multiplicar por 100 la capacidad actual de Ethereum.
El objetivo es claro: pasar de unas tímidas 20 transacciones por segundo (TPS) actuales a un potencial teórico de 2.000 TPS, cifra que pondría a Ethereum al nivel de algunas de las cadenas más veloces del mercado, como Solana.
La fórmula detrás del crecimiento exponencial
El plan se apoya en una automatización progresiva. A partir del 1 de junio de 2025 (época 369017), los clientes de Ethereum comenzarán a votar automáticamente para aumentar levemente el límite de gas en cada nueva época. Cada dos años, el límite se multiplicaría por 10. En cuatro años, el límite de gas pasaría de 36 millones a 3.600 millones.
Feist lo describe como un “crecimiento exponencial controlado”, que permitiría a la red evolucionar al ritmo del desarrollo de hardware y software sin necesidad de modificar el consenso o forzar actualizaciones drásticas. Los operadores de nodos podrían, no obstante, desactivar este crecimiento si lo consideran necesario.
Las oportunidades… y los riesgos
La propuesta EIP-9698 llega en un momento clave. Ethereum ha apostado fuerte por las soluciones de segunda capa (Layer 2), como Optimism o Arbitrum, para escalar su red. Pero esa estrategia también ha fragmentado el ecosistema y diluido la experiencia del usuario.
Feist cree que potenciar la Layer 1 (la capa principal) con más capacidad restauraría claridad y eficiencia. Sin embargo, reconoce riesgos: un aumento tan rápido del límite de gas podría afectar a los nodos más débiles y provocar retrasos en la propagación de bloques, una situación que podría derivar en problemas de seguridad o congestión si no se gestiona bien.
El crecimiento propuesto, no obstante, sería gradual y previsible, lo que permitiría a los desarrolladores optimizar sus clientes con tiempo.
Ethereum frente a sus competidores
Ethereum no es el único actor en movimiento. Mientras la red prepara el Hard Fork Fusaka, que cuadruplicaría el límite de gas para finales de 2025, otras cadenas como Aptos o Avalanche ya han incorporado mejoras sustanciales en rendimiento y escalabilidad. Incluso Solana ha ganado tracción en volumen de usuarios gracias a su velocidad y bajo coste.
La iniciativa de Feist puede verse como una respuesta directa a este nuevo entorno competitivo. Ethereum no quiere quedar atrás ni depender solo de capas adicionales. Busca consolidarse nuevamente como la infraestructura principal del universo Web3.
¿Una revolución silenciosa o una apuesta arriesgada?
La verdadera incógnita detrás de EIP-9698 es si Ethereum podrá ejecutar esta escalada técnica sin comprometer su descentralización ni estabilidad. Un crecimiento exponencial trae consigo desafíos de sincronización, seguridad y accesibilidad. Si el plan prospera, podría representar una nueva era para la red. Si fracasa, podría agravar los problemas que busca resolver.
Lo que está claro es que Ethereum ya no se conforma con liderar por historia o capitalización: quiere ser también la red más rápida, accesible y eficiente del ecosistema blockchain.