Resumen
Un estafador logró robar 330 millones de dólares en Bitcoin a un ciudadano estadounidense utilizando un esquema de ingeniería social cuidadosamente planeado.
El atacante ocultó los fondos a través de una cadena de pelado y convirtió parte de ellos a Monero, aumentando su precio en un 50% en pocas horas.
Se utilizaron más de 300 billeteras y 20 intercambios en el proceso. Los investigadores están trabajando para congelar saldos dispersos en Ethereum y otras plataformas.
Un ciudadano estadounidense de edad avanzada perdió 330 millones de dólares en Bitcoin tras ser víctima de una sofisticada estafa de ingeniería social. Según investigadores de seguridad en blockchain, esto se encuentra entre los mayores robos de criptomonedas registrados hasta la fecha.
El ataque se llevó a cabo el 28 de abril de 2025. El investigador en cadena ZachXBT detectó una transferencia sospechosa de 3,520 Bitcoin, valorada en más de 330 millones de dólares. La víctima había mantenido esa cantidad desde 2017 sin realizar movimientos significativos. Esto facilitó al atacante planear la operación sin levantar sospechas previas.
¿Cómo se llevó a cabo el robo?
El perpetrador utilizó una estrategia de dispersión conocida como cadena de pelado. Implica dividir grandes cantidades en múltiples transacciones más pequeñas y moverlas entre diferentes billeteras para evitar la detección. Los expertos confirmaron que más de 300 billeteras y 20 intercambios estuvieron involucrados en la operación. Parte de los fondos se envió rápidamente a intercambios instantáneos y mezcladores de criptomonedas.
Ocultando los movimientos con Monero
Una porción considerable del Bitcoin robado fue convertida en Monero, una criptomoneda enfocada en la privacidad. La conversión incrementó su precio a 339 dólares, un aumento del 50% en pocas horas. Debido a sus características, Monero impide el seguimiento de las transacciones una vez que se completa un intercambio, lo que redujo drásticamente las posibilidades de recuperar los fondos.
La investigación descartó la participación del conocido Grupo Lazarus, vinculado a Corea del Norte. Aunque las maniobras de ocultamiento fueron complejas y bien coordinadas, no coincidieron con los métodos atribuidos a grupos organizados. Todo apunta a una operación independiente: una estafa cuidadosamente planificada con cuentas configuradas en intercambios y mesas OTC.
Estafas en aumento en 2025
Además, una porción más pequeña de los fondos se trasladó a la red Ethereum y se dispersó en varias plataformas. Esto también dificultó los esfuerzos de seguimiento. Los investigadores notificaron a los intercambios involucrados en un intento de congelar cualquier saldo restante.
En solo el primer trimestre de 2025, las estafas y robos de criptomonedas superaron los 1.6 mil millones de dólares. El ataque más grave en ese período tuvo como objetivo a Bybit, donde las pérdidas superaron los 1.5 mil millones de dólares. La magnitud de este nuevo caso confirma que las estafas de ingeniería social personalizadas siguen siendo una de las amenazas más efectivas.