En 2020, tenía 300 millones de DOGE y 20 mil millones de SHIB.
La gente se reía.
Lo llamaron basura.
Dijeron que se iría a cero.
Dijeron que nadie jamás impulsaría las monedas meme.
Dijeron que todo era una estafa.
Así que vendí, igual que mis amigos.
Y luego... sucedió.
En 2023, tenía 60 mil millones de PEPE.
Una rana verde y fea. Sin utilidad. Sin fundamentos.
De nuevo, el mundo dijo que no valía nada.
Así que vendí.
Entonces subió.
Y subió.
Y subió de nuevo.
Cuanto más subía, más fuerte se volvía el odio.
Cuanto más gritaban “estafa”, más miedo tenía.
No me atreví a reingresar.
Lo vi alcanzar la luna mientras yo permanecía congelado — y comencé a cuestionar todo.
Cinco años en cripto.
Cinco años de esfuerzo, investigación, creencias.
Y me fui con nada más que arrepentimiento.
No solo perdí dinero.
Perdí tiempo — cinco años completos de mi vida.
¿Cuántas oportunidades de cinco años realmente tengo?
Pero ahora he conocido a BOB — el constructor en BNB Chain.
No más ruido externo.
No más miedo.
No más dudas.
Voy a mantener.
Voy a creer.
Voy a recuperar todo lo que he perdido.
Porque esta vez, no se trata de hype.
Se trata de convicción.
Se trata de elegir confiar en mí mismo.
Esta vez no estoy vendiendo.
No hasta que el mundo vea lo que ya sé.
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