Los aranceles impuestos en abril se revirtieron ya que EE. UU. y China acordaron desescalar las tensiones comerciales

En un desarrollo significativo para el comercio global, los Estados Unidos han acordado suspender y cancelar una serie de aranceles impuestos sobre bienes chinos tras la última ronda de conversaciones económicas y comerciales entre China y EE. UU. en Ginebra. La reversión mutua de aranceles señala un avance hacia la restauración de la estabilidad en las relaciones comerciales bilaterales.

Conclusiones clave:

24% de los aranceles de EE. UU. suspendidos por 90 días; el 10% restante retenido

Aranceles bajo las Órdenes Ejecutivas No. 14259 y 14266 completamente cancelados

China responde de igual manera, suspendiendo el 24% de sus aranceles y cancelando gravámenes adicionales

Ambas naciones acuerdan pausar las contramedidas no arancelarias promulgadas en abril

Ajustes Arancelarios de EE. UU.: ¿Qué está cambiando?

En una declaración conjunta emitida tras las conversaciones de Ginebra, EE. UU. confirmó revisiones a los aranceles descritos en la Orden Ejecutiva No. 14257 (2 de abril de 2025). Estos incluyen:

Suspendiendo aranceles del 24% sobre bienes chinos—incluyendo importaciones de Hong Kong y Macao SAR—por un período inicial de 90 días

Reteniendo aranceles del 10% bajo la orden ejecutiva original

Cancelar totalmente los aranceles adicionales promulgados bajo las Órdenes Ejecutivas No. 14259 (8 de abril) y 14266 (9 de abril)

Medidas Recíprocas de China

En alineación con las acciones de EE. UU., China reciprocara con reducciones de aranceles propios:

Suspender el arancel adicional del 24% sobre bienes de EE. UU. bajo el Anuncio de la Comisión de Impuestos No. 4 de 2025 por 90 días

Retener aranceles del 10% como se detalla en el anuncio original

Cancelar los gravámenes adicionales impuestos bajo los Anuncios No. 5 y No. 6 de 2025

Suspender o cancelar todas las contramedidas no arancelarias iniciadas el 2 de abril de 2025 o después

Implicaciones del Mercado Global

La desescalada ocurre en un momento en que las cadenas de suministro globales están bajo presión por preocupaciones inflacionarias e inestabilidad geopolítica. Se espera que este último acuerdo:

Estabilizar las relaciones comerciales entre EE. UU. y China

Reducir los costos de importación/exportación para las empresas en ambas naciones

Aumentar el sentimiento de los inversores en los mercados de materias primas y acciones

Potencialmente impactar mercados de criptomonedas, especialmente Bitcoin, a medida que mejora el apetito por el riesgo