Según PANews, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) publicó recientemente un documento titulado "Un Análisis Empírico de los Flujos Transfronterizos de Bitcoin, Ethereum y Stablecoins", que examina los factores que impulsan los flujos de criptomonedas transfronterizas en 184 países desde 2017 hasta mediados de 2024. El estudio revela que la distancia geográfica y las barreras lingüísticas tienen un impacto menor en las transacciones de criptomonedas en comparación con los flujos financieros tradicionales. Factores globales como la mayor volatilidad del mercado y el aumento de los márgenes de crédito son determinantes significativos de los activos criptográficos nativos. Las stablecoins muestran una correlación más fuerte con los costos de remesas y la demanda de transacciones, particularmente en mercados emergentes y economías en desarrollo donde los canales financieros tradicionales son costosos. Además, las medidas de gestión de flujos de capital parecen ser en gran medida ineficaces para frenar estas transacciones digitales, con evidencia que sugiere que el volumen de comercio de ciertos activos criptográficos incluso ha aumentado tras la implementación de tales medidas. Los hallazgos destacan el doble papel de los activos criptográficos como inversiones especulativas y herramientas de comercio, subrayando la necesidad de más investigaciones para evaluar su impacto en la inclusión financiera y la estabilidad económica.