Según CoinDesk, a pesar de las importantes inversiones y la década de existencia de Ethereum, la industria de la Web3 aún carece de las herramientas integrales necesarias para ampliar su adopción. Esto contrasta marcadamente con los inicios de internet, donde rápidamente surgieron herramientas intuitivas que facilitaron su uso generalizado. A finales de los 90, internet comenzó a impactar significativamente la vida cotidiana, con AOL superando los 3 millones de usuarios en 1995 y Yahoo! lanzándose como portal web secundario. La fundación de Google en 1998 y la introducción de funciones de búsqueda básicas en 1999 abrieron aún más internet a nuevos usuarios.
A principios de la década del 2000, comenzó la era de la Web2, caracterizada por herramientas fáciles de usar basadas en plantillas que ampliaron la base de usuarios. Amazon Marketplace se lanzó en el año 2000, ofreciendo una solución de comercio electrónico integral. En cinco años, plataformas como WordPress, MySpace y Facebook permitieron compartir contenido personal en línea. Este rápido desarrollo de herramientas intuitivas fue tanto resultado como catalizador del éxito de internet. Sin embargo, en 2025, la Web3 carece de plataformas similares que puedan impulsar su crecimiento. La mayoría de los proyectos se dirigen a desarrolladores o entusiastas de las criptomonedas, lo que plantea dudas sobre la capacidad de la industria para expandirse sin herramientas más intuitivas.
Los participantes de Web3 suelen recibir incentivos mediante tokens para participar en proyectos desde el principio, independientemente de su usabilidad. Se priorizan los proyectos con un gran número de seguidores en redes sociales, pero a menos que aborden necesidades críticas, los usuarios rara vez mantienen su compromiso a largo plazo. Este enfoque en las operaciones iniciales, en lugar de la facilidad de uso y la adopción a largo plazo, obstaculiza el crecimiento de Web3. Para que Web3 supere su fase inicial y alcance un crecimiento similar al de Web2, es necesario un cambio hacia el desarrollo de herramientas e interfaces de usuario que amplíen la base de usuarios y aborden problemas reales. El éxito a largo plazo dependerá de que los productos de Web3 aporten valor continuamente y resuelvan problemas comunes para los usuarios.