El año pasado, las autoridades alemanas liquidaron casi 50.000 bitcoins confiscados a un precio promedio de $54.000 por unidad.
Hoy, con el BTC cotizando por encima de los $117.000, el país dejó escapar una ganancia potencial de $3.100 millones.
Las críticas hacia el canciller Olaf Scholz no se hicieron esperar, señalando una gestión poco estratégica de los activos estatales y la falta de visión ante el crecimiento del mercado cripto.