Hablar sobre blockchain en el presente significaría que una imagen típica asociada con blockchain seguiría siendo la de usuarios humanos verificando una transacción, intercambiando tokens o acuñando NFTs. Parece haber una revolución sigilosa que aún no ha llegado a la conciencia general. Parece que hay una nueva ola de construcción de blockchains no solo para humanos, sino también para robots. Robots de inteligencia artificial que pueden llevar a cabo cualquier transacción, organizar cosas y tomar decisiones sin intervención humana son finalmente una realidad. 2025 trae esa visión a la realidad en términos de desarrollo activo, círculos de financiamiento y redes operativas que llaman la atención de los traders.
La mayoría de las redes blockchain tradicionales se construyeron sobre el comportamiento humano. Un humano abre una cuenta, aprueba una transacción y utiliza una aplicación descentralizada. Esto no es problemático para transacciones entre pares y aplicaciones DeFi, pero se vuelve problemático una vez que el software se convierte en un agente económico en sí mismo. Actualmente, los agentes de IA ya pueden encontrar mercados, explorar precios, hacer solicitudes de servicios y optimizar resultados más rápido que los seres humanos. Lo que no pueden hacer, sin embargo, es utilizar su propio sistema financiero construido específicamente para su uso. Los canales de pago convencionales son muy lentos, controlados y no programables en el nivel necesario para los agentes de software. Aún así, la mayoría de las tecnologías blockchain actuales están construidas con el humano detrás de cada transacción.
Una blockchain diseñada para máquinas lo invierte todo. En lugar de considerar a los agentes de IA como herramientas que necesitan ser controladas por la entrada humana, estas blockchains los consideran como iguales. Estos agentes de IA poseen cada uno su propia identidad criptográfica, esto podría compararse con una identidad o billetera con más definición. Estas identidades pueden incluir permisos, presupuestos y reglas sobre esos comportamientos que deben ser dictados por el agente humano controlador del agente de IA. En resumen, es como proporcionar a una IA su propia cuenta bancaria con reglas muy estrictas que no necesita seguir.
Una razón por la que esta visión se está convirtiendo en realidad a finales de 2025 es que la tecnología de IA ha evolucionado a un ritmo acelerado. Los sistemas autónomos ahora pueden vincular una serie de tareas, negociar precios y adaptarse a entornos cambiantes en tiempo real. Sin embargo, cabe señalar que la tecnología blockchain también está madura. Los algoritmos de consenso de prueba de participación han reducido los costos de transacción y mejorado la velocidad y pueden manejar niveles de microtransacción. La compatibilidad con EVM permite a los desarrolladores construir sobre lo que ya tienen en lugar de crear de nuevo.
En asuntos relacionados con el mercado, esta es la razón por la que los comerciantes han comenzado a notar la entrada de capital en blockchain de Capa 1 enfocadas en IA. Varios de estos proyectos han atraído financiamiento sustancial en 2024 y 2025 de capitalistas de riesgo con un enfoque en pagos, fintech e infraestructura relacionada con cripto. Este es un indicador clave. Los fondos institucionales suelen invertir en infraestructura que esperan que se utilice, en lugar de comercializarse. La lógica aquí es simple: si las máquinas se van a convertir en una parte crítica de la economía, entonces la infraestructura relacionada con las transacciones de máquinas puede tener una demanda constante y no una moda pasajera.
Para los desarrolladores, el atractivo radica en la programabilidad que se ofrece. Las blockchains amigables con las máquinas están diseñadas para soportar un alto volumen de tráfico de pequeñas transacciones y un costo predecible para estas transacciones. Esto es particularmente importante si una aplicación de software ejecutada por un agente de IA va a llevar a cabo miles de transacciones cada hora. Además, los desarrolladores pueden proporcionar una definición dentro del protocolo de gobernanza para determinar lo que el agente puede o no puede hacer.
Para comerciantes e inversionistas, la situación es más complicada. Para comenzar, es una historia fascinante que tiene base en la realidad en términos de avances tecnológicos. Pero, aún así, sigue siendo un proceso relativamente nuevo. La mayoría de estas redes propuestas tienen una comunicación y coordinación de agentes alta o incluso más rápida, pero no es fácilmente posible en la realidad. Aún así, estos sistemas autónomos que manejan dinero deben ser súper seguros y resilientes contra explotaciones que pueden destruir la confianza pública en cuestión de momentos.
En cuanto a mí, esta tendencia se asemeja más a los días de la era DeFi cuando la infraestructura se estaba desarrollando antes de la adopción masiva. En ese entonces, la industria era pequeña y desorganizada, sin embargo, se estaba sentando la base. Los conceptos de computadoras involucradas en la economía pueden parecer futuristas hasta los días de las finanzas descentralizadas, cuando el concepto de contratos inteligentes utilizados por miles de millones de dólares era solo eso, un concepto. Por qué esto es importante a medida que avanzamos es bastante simple. La velocidad de las economías digitales está superando la capacidad de atención humana. Si el valor sigue fluyendo a la velocidad de las máquinas, entonces la infraestructura sobre la que se sostiene debe hacer lo mismo. Las blockchains que buscan apoyar agentes autónomos están trabajando en este mismo problema. Si todos estos proyectos tendrán éxito no está claro, pero la tendencia en sí parece ser bastante difícil de revertir. Para cualquiera involucrado en cripto hoy, es una tendencia que definitivamente merece ser monitoreada.
No solo en un gráfico de precios sino también en la blockchain misma. La blockchain para máquinas ya no es un eslogan que grita hacia un futuro cripto más brillante. Es un experimento práctico en curso y probablemente demostrará ser otra área donde el espacio cripto recompensa la observación y la precaución en lugar de un mero entusiasmo.


