El año pasado, un hermano me encontró, con 1800U en el bolsillo, y dijo: "Wei Ge, quiero aprender algo real."
Yo pensé que solo quería unirse al bullicio del mundo de las criptomonedas, pero no esperaba que, tres meses después, convirtiera los 1800U en 80,000U, y nunca liquidó una posición.
No hables de talento o suerte, su éxito se puede resumir en dos palabras: obediencia.
Lo que escuchó fueron mis tres principios de supervivencia que adquirí con dinero real.
Primero, le dije: "Para mí, diversificar no es una sugerencia, es una línea de vida."
Cuántos nuevos llegan y apuestan todo, no pueden dormir cuando sube, dudan de la vida cuando baja, y se dejan llevar por el mercado.
Descompuse sus 1800U en tres partes:
600U para operaciones diarias, una operación al día, si no acierta, se detiene.
600U para tendencias, si no hay tendencia, no se mueve.
600U como capital base, ni siquiera lo toca si el cielo se cae.
Solo por esta regla, salió ileso de la gran caída.
Segundo, le dije: "No pienses en comer un pez entero, comer parte del pez ya te llenará."
La mayor parte del tiempo en el mundo de las criptomonedas está en consolidación, si operas todos los días, las tarifas y la falsa volatilidad te consumirán.
Le enseñé: si no hay mercado, ignóralo, actúa solo cuando haya movimiento.
Si una operación tiene más del 20% de ganancias, retira una parte de inmediato, nunca juegues a la contra del mercado.
La semana pasada, en esa ola de ZEC, ganó un 30% de manera constante, tan limpio como un libro de texto.
Tercero, le dije que desechara las emociones: no viniste a enamorarte, viniste a ganar dinero, actúa como un robot.
Si pierdes un 2%, corta de inmediato.
Si ganas un 4%, reduce la posición.
Estas reglas al principio le costaron, pero ahora, al mirar hacia atrás, cada una es una cuerda de salvamento.
Ayer dijo: "Wei Ge, ahora miro el mercado y mi corazón no se acelera, cortar pérdidas no duele, y no tengo prisa con las órdenes, hago lo que debo hacer."
Este mercado es el más justo y el más cruel: no ganan los más inteligentes, sino los que más siguen las reglas.
Si aún te dejas llevar por las emociones, si tocas la volatilidad y siempre deseas enriquecerte de la noche a la mañana, el mercado te despertará tarde o temprano, solo es cuestión de tiempo.
Si ahora estás confundido, corriendo al azar, no resistas.
Cuando estés listo, ven a buscarme.

