La situación económica mundial es de desaceleración, con un crecimiento proyectado en torno al 2,8% para 2025, según la Organización de las Naciones Unidas. Este ritmo lento se debe a factores como las tensiones comerciales, la elevada deuda y la incertidumbre geopolítica, a pesar de que la inflación está disminuyendo y las tasas de interés podrían flexibilizarse. Las perspectivas varían por región, con un crecimiento más fuerte esperado en India y partes de África, mientras que las economías desarrolladas enfrentan una desaceleración, como se indica en los informes del FMI y el Banco Mundial.
Factores clave que afectan la economía mundial
Desaceleración del crecimiento:
Se proyecta un crecimiento modesto y por debajo de los niveles previos a la pandemia, afectado por barreras comerciales e incertidumbre política.
Reducción de la inflación:
La inflación está bajando, lo que podría permitir una futura flexibilización de la política monetaria, aunque la prioridad sigue siendo reducirla a las metas establecidas.
Tensiones comerciales y geopolíticas:
Las restricciones comerciales y la volatilidad geopolítica son riesgos importantes que pesan sobre el crecimiento económico global.
Deuda elevada:
Los altos niveles de deuda, especialmente en países en desarrollo, limitan la capacidad de financiación y el crecimiento.
Perspectivas regionales
Riesgos y desafíos
Incertidumbre política:
La volatilidad política y la incertidumbre en torno a las políticas pueden afectar negativamente el crecimiento futuro.
Crecimiento inferior:
Un crecimiento menor de lo esperado en las principales economías y el aumento de las restricciones comerciales podrían reducir aún más las perspectivas económicas.
Impacto del cambio climático:
Los fenómenos meteorológicos extremos también representan un riesgo a la baja para el crecimiento.
En resumen, la economía mundial se enfrenta a un panorama de crecimiento lento y lleno de incertidumbres, a pesar de la mejora en el control de la inflación. La cooperación internacional y la implementación de políticas adecuadas serán cruciales para fomentar un crecimiento más estable y equitativo, según señala la ONU.