Dos jóvenes ghaneses, Nii Osae y Kofi Genfi, tenían un sueño: hacer que los pagos sean más simples para todos, incluso sin cuenta bancaria.
Crean Mazzuma, una plataforma que combina inteligencia artificial y blockchain.
¿Su objetivo? Permitir que cualquiera envíe dinero en unos segundos desde su teléfono.
Hoy, Mazzuma alimenta millones de transacciones a través de África.
➡️ Su historia prueba que la cripto no es solo un asunto “de países ricos”: también habla el lenguaje del progreso africano.


