El oro ha sufrido una de sus sesiones más duras en varios años, después de perder más del 5% en un solo día. Con el precio de la onza acercándose a aproximadamente 4400 dólares al inicio de esta semana, la pregunta ahora es: ¿ha alcanzado realmente el oro su pico?

El analista financiero Michael van der Poel ve que el panorama actual podría ser el comienzo de una gran transformación en los mercados, donde los inversores están gradualmente cambiando del oro hacia el bitcoin. Explicó que las fuertes fluctuaciones que ha experimentado el metal amarillo en las últimas semanas indican un estado de sobrecompra, y que el dinero ha comenzado a buscar una alternativa más arriesgada y rentable.

Van de Poppe agregó que factores económicos globales, como los datos de inflación de EE. UU. y el fin de la crisis de cierre gubernamental, podrían aumentar la atractivo de Bitcoin como un activo alternativo. Cuanto más pierda el oro su atractivo como refugio seguro, más destacará Bitcoin como un nuevo destino para los capitales en busca de altos rendimientos.

Por otro lado, otros analistas ven que esta transformación no es sorprendente, ya que Bitcoin ya había aumentado en períodos de caída del oro, como ocurrió en abril pasado cuando el metal precioso cayó y la criptomoneda alcanzó niveles sin precedentes.

Los datos del mercado indican que cualquier cambio parcial en las inversiones en oro de solo el 3 al 5% podría elevar el valor de Bitcoin a más de 240 mil dólares, según estimaciones de Bitwise Europe. Los expertos del mercado creen que la zona de liquidez entre 93 mil y 118 mil dólares representa una etapa crucial para el próximo movimiento de Bitcoin, ya que una ruptura del nivel superior podría conducir a un fuerte repunte a finales de año.

Por otro lado, algunos analistas creen que apostar por la caída del oro en favor de Bitcoin aún es prematuro, especialmente porque los mercados están atravesando una fase sensible de equilibrio entre activos seguros y de riesgo. Sin embargo, si las cifras de inflación continúan cayendo y la política financiera estadounidense se mantiene, este año podría ser el comienzo de un cambio estratégico en la dirección de la liquidez global.

Al final, la reciente caída del oro puede ser solo una primera señal de un cambio más amplio en la mentalidad de los inversores, ya que el capital se dirige gradualmente hacia Bitcoin, que hasta ahora ha mostrado una fuerte resistencia frente a las perturbaciones del mercado global, lo que podría convertirla en la mayor ganadora del próximo ciclo financiero.