El Gráfico de Velas de la Vida
La mecha arde largo, el espíritu brillante,
Una vela verde se lanza hacia la luz.
La apertura una mañana, un aliento profundo,
Nuevas aspiraciones promete mantener.
La alta que busca con paso esperanzador,
Un momento de triunfo, sin lugar para esconderse.
Sentimos el aumento, las ganancias se mantienen firmes,
Creyendo que este progreso durará para siempre.
Pero los mercados cambian, y las estaciones alteran su estado de ánimo,
La sombra inevitable, malinterpretada.
Se forma una vela roja, una vista temerosa,
Cerrando más bajo, engullida por la noche.
La apertura una esperanza, la promesa ahora desgastada,
A medida que se realizan las pérdidas, se paga el precio.
La baja una desesperación, el volumen de duda,
Una corrección pesada, un agotamiento.
Una mecha de memoria, larga y delgada,
Muestra dónde alcanzamos el pico, y dónde comenzó la caída.
La verdad del cuerpo, de cerrar a abrirse ampliamente,
La red del día, donde nada puede esconderse.
A veces el Doji, una cruz en la arena,
Donde se libraron batallas, y nada fue planeado.
Un equilibrio alcanzado, una pausa vacilante,
Entre el miedo y la alegría, sin causa clara.
Observamos el patrón desplegarse lentamente,
Una historia de vivir, valiente y audaz.
La tendencia puede ser ascendente, aunque diariamente caemos,
O hundiéndonos y luchando, dando todo lo que tenemos.
Por cada aumento agudo, una dolorosa caída,
El gráfico volátil de la vida, un diseño tan divino.
El valor no está en el breve matiz de la vela,
Sino en la verdad acumulativa que te está trayendo.
¿Hay una fase particular—la "vela verde" de puro éxito o la "vela roja" de desafío?