Según Cointelegraph, la Autoridad de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Abu Dhabi (ADAFSA) ha anunciado una prohibición sobre la utilización de tierras agrícolas para actividades de minería de criptomonedas en el emirato de Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. Esta decisión se enmarca en los esfuerzos por alinearse con las políticas de sostenibilidad y mantener la integridad de las disposiciones sobre el uso de la tierra en la región. Los violadores de esta prohibición enfrentarán una multa considerable de 100,000 AED, equivalente a $27,229, y experimentarán la suspensión de los servicios municipales, la confiscación de equipos de minería y la desconexión de la red eléctrica.
ADAFSA enfatizó que las actividades de minería de criptomonedas no están dentro del alcance de los usos económicos permitidos definidos por la autoridad y, por lo tanto, están prohibidas en tierras agrícolas. La naturaleza intensiva en energía de la minería de criptomonedas ha sido un punto de controversia a nivel mundial, con críticos que destacan su impacto ambiental. La Administración de Información de Energía de EE. UU. ha señalado la significativa entrada de energía requerida para la minería de criptomonedas, lo que ha llevado a un aumento en la generación de energía y un escrutinio por parte de los reguladores de todo el mundo.
El debate en torno a la minería de criptomonedas y sus implicaciones ambientales continúa, con críticos argumentando que la minería afecta negativamente a la ecología. Sin embargo, los defensores sugieren que las operaciones mineras verticalmente integradas pueden reciclar la energía de escorrentía y convertir los desechos en utilidades, potencialmente ayudando a los esfuerzos ambientales. La investigación indica que las fuentes de energía renovable, como la energía hidroeléctrica y la geotérmica, contribuyen con más del 50% de la energía utilizada para la minería de Bitcoin a partir de 2023.
En agosto de 2024, los investigadores publicaron un documento titulado “Un marco integrado de conversión de gas de vertedero a energía y minería de Bitcoin,” que exploró cómo la minería de prueba de trabajo podría transformar la energía del metano en energía utilizable. El estudio examinó sistemas de conversión de gas de vertedero a energía que convierten los gases de metano de los vertederos en electricidad, secuestrando así gases de efecto invernadero dañinos y evitando que entren en la atmósfera. Estos hallazgos resuenan con investigaciones anteriores, incluido un documento de 2023 que argumentó que la minería podría reducir potencialmente las emisiones globales en hasta un 8% para 2030.
A pesar de estos beneficios potenciales, los críticos siguen preocupados por los riesgos ecológicos que plantea la minería. Legisladores de EE. UU. han hecho varios intentos para instar a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a implementar regulaciones destinadas a frenar las actividades mineras. Las regulaciones propuestas se centran en reducir la contaminación del aire, el agua y las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con nuevas medidas dirigidas a la contaminación acústica de las instalaciones mineras. El debate en curso destaca el complejo equilibrio entre el avance tecnológico y la gestión ambiental.