Cuando Bitcoin agita el mercado global con sus fluctuaciones extremas, China y Estados Unidos han seguido caminos completamente diferentes en el ámbito de las monedas digitales. Las restricciones de China sobre el comercio de criptomonedas son, en esencia, una protección para los inversores comunes de 'tres frutas y dos nueces'; y las diferencias en las rutas de ambos países también ocultan la respuesta a quién 'se asustará' primero.

Estados Unidos: la 'apuesta virtual' de alto riesgo

Estados Unidos opta por abrazar los activos virtuales con una postura agresiva, intentando replicar la 'hegemonía del dólar' en el espacio virtual a través de la (Ley de Innovación Nacional de Monedas Estables), pero este camino está lleno de peligros:

El riesgo financiero es difícil de controlar: anteriormente, las monedas estables estuvieron al borde de cero debido a la crisis bancaria, exponiendo la vulnerabilidad de los activos virtuales vinculados al sistema financiero tradicional;

Contradicciones energéticas destacadas: el consumo de energía de la minería de bitcoin es asombroso, lo que contradice gravemente los objetivos globales de neutralidad de carbono, y la sostenibilidad es cuestionable;

División interna de políticas: hay una gran discrepancia entre los altos funcionarios del gobierno sobre si las criptomonedas pueden ser consideradas activos de reserva, lo que dificulta la formación de un marco regulatorio unificado y estable, y la oscilación de políticas aumenta la volatilidad del mercado.

China: la 'orientación hacia lo real' con pasos firmes

China se aferra a la línea de fondo de riesgo, no toca activos virtuales con propiedades especulativas, y se centra en la promoción pragmática del yuan digital:

Establecer una línea de defensa segura: prohibir explícitamente la especulación y el comercio de criptomonedas, evitando desde la raíz el riesgo de que los inversores comunes sean 'cosechados';

Expandir la red transfronteriza: avanzar en la cooperación de liquidación en moneda local con varios países, como Indonesia, y los escenarios de pago transfronterizo del yuan digital se están implementando gradualmente, construyendo silenciosamente nuevos canales de pago;

Anclar en la economía real: no involucrarse en especulaciones virtuales, sino centrarse en la liquidación comercial, pagos para la vida cotidiana y otras necesidades reales, apoyándose en transacciones físicas para debilitar de manera constante el papel intermediario del dólar en los pagos transfronterizos.

Conclusión: ¿Quién no puede aguantar primero?

La respuesta se está volviendo cada vez más clara. El 'sueño de activos virtuales' de Estados Unidos se asemeja más a una apuesta de acumulación de riesgos, con la presión energética, los peligros financieros y las divergencias políticas superpuestas, el riesgo sigue fermentando; mientras que China, con el yuan digital como núcleo de su 'estrategia de cuchillo romo', aunque no persigue asombros a corto plazo, está arraigándose de manera constante en escenarios de transacciones reales. Cuando el viento del mercado cambie, lo que primero expondrá problemas puede no ser la ruta estable de China, sino la frágil base bajo la burbuja de activos virtuales de Estados Unidos.