Durante años, hemos operado bajo una especie de física newtoniana: para mover las propiedades de un objeto (su valor) del punto A al punto B, debes mover físicamente el objeto. Esto es "puentear." Es lento, intensivo en energía y está sujeto a los peligros del viaje.
La mitosis introduce un nuevo principio, uno que se comporta de acuerdo con las extrañas y maravillosas leyes del mundo cuántico: entrelazamiento de liquidez.
El protocolo nos permite tomar una "partícula" de liquidez de alta energía en una ubicación (por ejemplo, stETH en la dimensión de Ethereum) y entrelazarla con una partícula recién creada en una dimensión completamente diferente (un eToken en un L2).
Una vez entrelazadas, estas dos partículas se comportan como un solo sistema, independientemente de la distancia que las separa.
Estado Compartido: El eToken en el L2 refleja instantáneamente el valor de la partícula original de stETH en mainnet.
Conservación de Energía: El estado de energía (el rendimiento) de la partícula madre se transfiere instantáneamente a su gemelo entrelazado. El eToken nace con el mismo rendimiento inherente que el original.
Este descubrimiento tiene profundas implicaciones. Significa que ya no necesitamos transportar físicamente el valor a través del peligroso vacío entre cadenas. En su lugar, podemos transmitir sus propiedades—su valor y su rendimiento—instantáneamente a través del entrelazamiento.
Esto permite la creación de agujeros de gusano estables, el desarrollo de nuevos instrumentos financieros basados en superposición y una reinvención fundamental de la eficiencia de capital. Estamos avanzando más allá de la era clásica de DeFi y entrando en la era cuántica.
