En el camino del trading, muchas personas se quedan atascadas en una etapa: cuanto más te esfuerzas, más grande es la pérdida. Revisar, resumir, observar el mercado, sin dejar nada atrás, deseando atrapar cada oportunidad. ¿Y el resultado? La cuenta se vuelve cada vez más delgada, y uno se siente cada vez más confundido.
En realidad, no has entendido algo: ganar dinero no se trata de atrapar todas las tendencias, sino de dejar pasar la mayoría de ellas. "El agua débil es de tres mil, solo se toma un cucharón", eso no se dice en vano.
Aquellos que pueden ganarse la vida con el trading no es porque puedan predecir el mercado. Por el contrario, saben que no pueden predecirlo, así que solo operan en tendencias que entienden. Usan un patrón fijo, capturando repetidamente oportunidades específicas, esa es la verdad.
Cuando entras al mercado por primera vez, todos creen ser genios, pensando que pueden atrapar los picos y valles, y ganar con cada fluctuación. No está mal, es una matrícula que hay que pagar. Pero el problema es que esta "ilusión de omnipotencia" te hará actuar sin parar, siempre pensando que más operaciones significan más ganancias.
Hasta que el mercado te haga daño, te asuste, entonces entenderás: renunciar a atrapar todas las oportunidades es el verdadero comienzo de ganar dinero. Esta transformación duele, pero es necesaria.
¿Recuerdas lo que se dijo antes sobre el "triángulo imposible del trading"? No existe un mercado con alta tasa de éxito, gran ratio de ganancias y pérdidas, y más oportunidades. Lo que realmente determina cuánto ganarás al final, son precisamente esos momentos en los que no operas: controla tus manos, y espera lo suficiente.