Eric Trump ahora está hablando sobre las stablecoins no solo como otro experimento cripto, sino como una herramienta para mantener fuerte el dólar estadounidense. Está señalando directamente a USD1, que proviene de World Liberty Financial de la familia Trump. Dice que podría salvar al dólar. Esa es una visión audaz en un momento en que la gente ya está cuestionando qué papel deben jugar los activos digitales en una economía de veinte billones de dólares.
El plan es simple en la superficie. Las stablecoins están vinculadas a la moneda fiduciaria. Se mueven rápido. Funcionan a través de fronteras. Podrían mantener al billete verde en la cima como la moneda de reserva del mundo. Pero la realidad no es tan simple. USD1 se está posicionando como un rival de Tether y USDC. Esas dos ya dominan un mercado de stablecoins de ciento noventa mil millones de dólares. Y ahora la familia Trump está en medio de esto. La Casa Blanca. La riqueza privada de la familia. Todo conectado a través de una moneda.
Los partidarios ven una oportunidad. Señalan los ETFs de Bitcoin y Ethereum que atrajeron seiscientos veinticinco mil millones de dólares solo este año. Dicen que USD1 podría convertirse en una base para los pagos gubernamentales. Vivienda. Seguridad social. Impuestos. El sueño es que el dólar se mantenga poderoso. El riesgo es que demasiado control repose en manos de una sola familia. Los críticos lo llaman un conflicto de interés. Señalan que el patrimonio neto del Presidente saltó por miles de millones desde que lanzó estas iniciativas. Los senadores advierten sobre la manipulación y la inestabilidad.
La Ley GENIUS fue firmada para calmar temores. Obliga a las stablecoins a mantener reservas del cien por ciento. Añade una supervisión estricta. Los funcionarios de la Reserva Federal argumentan que esto podría ayudar al dólar. Pero otros en Europa dicen que la regulación podría tener un efecto adverso y empujar al mundo hacia el euro o incluso el yuan digital. Los mercados están observando de cerca. El índice del dólar se mantiene cerca de noventa y siete. Se espera que el mercado de stablecoins se duplique en dos años. La pregunta es si USD1 puede captar confianza antes de que el escepticismo cierre la puerta.
Si USD1 construye credibilidad, podría abrir las compuertas para el dinero institucional. Podría inspirar innovación en pagos y liquidaciones. Podría consolidar el papel del dólar estadounidense en la próxima era financiera. Pero si la política y el beneficio personal siguen eclipsando la idea, la moneda puede que nunca escape de la controversia. El mundo ya se está moviendo hacia el dinero digital. Eric Trump quiere liderar ese movimiento. Ya sea que fortalezca el dólar o agite el sistema, es una historia que aún se está escribiendo.

