El chico de la India, mientras esperaba la temporada alta, se hacía pasar por embajador de dos países ficticios.
Durante casi 9 años representó a dos países inventados: "Seborg" y "Vestarctica", comerciando con visados falsos, permisos de trabajo y otros documentos.
Lo más divertido de esta historia es que primero le daban dinero y solo después iban a buscar en Google dónde estaba su nuevo país 😂