El 13 de junio marca el inicio de la escalada de tensión en Oriente Medio y la caída del precio de las criptomonedas. Ese día, Israel lanzó la «Operación León Ascendente» y atacó desde el aire las instalaciones nucleares iraníes. Irán inició un contraataque e incluso amenazó con cerrar el Estrecho de Ormuz, lo que desató el temor a una crisis en el mercado petrolero.

Con esto, el mercado de criptomonedas se desplomó, perdiendo más de mil millones de dólares en liquidez en un solo día. La continuidad de la guerra entre Israel e Irán, y especialmente la adhesión de Estados Unidos, intensificó la caída del activo digital. El 22 de junio, Estados Unidos lanzó un ataque aéreo contra la base nuclear de Irán , e Irán respondió con un ataque con misiles contra la base aérea de Al-Udeid en Catar.

El acuerdo de alto el fuego se produjo tras estos acontecimientos, y el mercado de criptomonedas floreció. El precio de Bitcoin recuperó la tendencia alcista hasta los 107,000 dólares, el de Ethereum se disparó a los 2,500 dólares y Solana alcanzó los 145 dólares. Lo mismo ocurrió con el resto del mercado.

Las criptomonedas experimentan un auge tras grandes eventos de miedo. Los datos históricos muestran múltiples casos de fuerte recuperación de Bitcoin y las altcoins tras fuertes caídas.

Los eventos incluyen el temor a la liquidación de FTX y la tensión geopolítica, y en cada ocasión, los precios de las criptomonedas se dispararon semanas o meses después del desplome. Las ventas de pánico representan el fondo del mercado, lo cual los inversores interpretan como una oportunidad de compra.

Cabe destacar que la actividad de las ballenas ha sido relativamente alta en el caso de los activos digitales. Las entradas de ETF de Bitcoin y Ethereum están en su punto máximo, ya que los compradores invierten activamente en ellos. Además, muchas otras instituciones, como Sequans Communications, lanzan Bitcoin Treasury .

Otras empresas, como MicroStrategy y Metaplent, continúan comprando Bitcoin. Además, se avecinan avances regulatorios, con la llegada de la Ley Genius a la Cámara de Representantes . Por lo tanto, no solo la guerra entre Estados Unidos, Israel e Irán, sino también otros factores contribuyen al aumento actual. Esto también podría favorecer un aumento en el futuro, abriendo la posibilidad de un repunte en el precio de las criptomonedas.

Individualmente, Solana, Ethereum y SEI muestran fuertes repuntes tras la caída. Bitcoin está a solo un 5% de su máximo histórico. Además, la reserva de divisas cayó a su mínimo en 10 años, lo que demuestra la gran confianza de los inversores en nuevas subidas y su deseo de mantener la posición.

La continuidad del impulso alcista podría generar condiciones similares a las de un mercado alcista. Sin embargo, las barreras geopolíticas y macroeconómicas persisten. Las próximas actualizaciones podrían cambiar la trayectoria, por lo que es fundamental un análisis continuo.

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