En el mundo financiero contemporáneo, surgen cada vez más preguntas sobre la conformidad de algunas transacciones financieras con las disposiciones de la ley islámica. El comercio de contratos a plazo se encuentra a la vanguardia de estas preguntas, ya que muchos se encuentran en la confusión entre la ambición de lucro y el peso de la duda sobre la legalidad de estas transacciones. "Las molestias de la familia, el peso del pecado, y la duda en cada transacción - ¿qué hacemos?" Esta pregunta refleja una realidad que viven muchos musulmanes interesados en los mercados financieros.
Este artículo tiene como objetivo analizar la legalidad del comercio de contratos a plazo de manera clara y realista, basándose en pruebas legales y no solo en opiniones personales, para poner fin a esta confusión.
🚫 ¿Por qué la mayoría de los eruditos prohíben los contratos a plazo?
Los fatwas que prohíben la mayoría de las formas de comercio de contratos a plazo se basan en varias razones legales principales:
* Gharar (incertidumbre extrema):
Una de las razones más destacadas de la prohibición es la existencia de gharar, es decir, la ignorancia o la ambigüedad extrema en la transacción. A menudo, el comerciante vende lo que no posee, o entra en un contrato cuyo resultado no conoce claramente. El Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo: "Lo que no posees, no lo vendas". Este hadiz establece una regla fundamental en las transacciones islámicas que exige que el vendedor tenga la propiedad del objeto vendido al momento de contratar, lo cual falta en el comercio de contratos a plazo en su forma común.
* Usura:
A menudo, los contratos a plazo dependen del uso de apalancamiento financiero, que en esencia son préstamos con interés implícito o explícito, o conducen a la usura de manera indirecta. La usura está prohibida en el Islam según el texto del Corán, que declara la guerra de Allah y Su Mensajero contra quienes comercian con ella (Corán 2:279), lo que invalida cualquier transacción que la incluya.
* Juego de azar:
Muchas formas de comercio de contratos a plazo se convierten en simples juegos de azar. Es un juego de adivinanza pura que depende de las fluctuaciones de los gráficos y las emociones humanas, más que de un estudio real de los activos y su valor intrínseco. La atmósfera que reina en ella se asemeja mucho a la de los casinos, donde una parte gana a expensas de la pérdida de otra parte sin un valor real o valor añadido.
* Cuestión de entrega:
Las transacciones islámicas requieren la existencia de un activo real o dinero que se intercambie físicamente. En los contratos a plazo, a menudo no hay intención de entregar físicamente el activo al final del contrato, sino que la transacción se liquida según las diferencias de precios. Este retraso o falta de intención de entrega hace que el contrato sea nulo desde el punto de vista legal, ya que carece de la condición de entrega o capacidad de entrega legal.
✅ ¿Cuándo son los contratos a plazo halal?
Los contratos a plazo son permitidos legalmente solo en casos muy limitados y bajo estrictas condiciones que aseguran su conformidad con las normas islámicas:
* Tipo de salam: la transacción debe ser un contrato de salam legal, que es un contrato de venta a plazo (de un objeto descrito en la deuda) por un precio al contado (pagado por adelantado), y debe cumplir con todas las condiciones legales de salam, como especificar el objeto vendido de manera que evite disputas, y fijar el plazo de entrega.
* Activos reales y útiles: los contratos deben estar relacionados con activos reales y materiales que tengan un beneficio económico real, como petróleo, trigo, metales preciosos que se entreguen realmente.
* Derechos completos para el vendedor y el comprador: todos los derechos y obligaciones de ambas partes deben ser claros y definidos, con el vendedor teniendo la capacidad real de entregar el activo.
* Libre de usura y apalancamiento financiero y venta en corto: no debe incluir ninguna forma de usura o uso de apalancamiento financiero que se considera préstamos usureros, o venta en corto (vender lo que no se posee).
* Para cobertura comercial no especulación: el propósito del contrato debe ser cubrirse de los riesgos de fluctuaciones de precios para fines comerciales reales (como las aerolíneas que compran combustible a plazo para fijar el costo), y no simplemente para especulación pura y obtener ganancias rápidas.
La decisión final: el comercio de contratos a plazo = prohibido.