La temporada de altcoins debía llegar. Se ha quedado ausente. El problema no es la voluntad, sino el combustible: el capital. Más precisamente, la ausencia de entradas de flujo. Según un análisis publicado por cryptoQuant, cerca de 36 mil millones de dólares han sido retirados de proyectos alternativos en un año. Burrakesmeci, analista en la plataforma, explica que la señal fue clara desde diciembre de 2024: la dinámica se invirtió y desde entonces, « todo se ha derrumbado ».
Paralelamente, la emergencia de los ETF de bitcoin al contado ha redirigido los flujos hacia la cripto madre. Los inversionistas institucionales siguen evitando tokens que consideran demasiado volátiles o mal regulados. Resultado: los altcoins no tienen ni impulso ni legitimidad a ojos de quienes controlan las finanzas.
Esta crisis persistirá mientras la Fed mantenga sus tasas de interés entre 4.25 % y 4.50 %. Mientras la liquidez no regrese a los circuitos financieros, los altcoins permanecerán rezagados. Y con ellos, gran parte de la criptoeconomía espera una chispa que tarda en llegar.