Según Cointelegraph, el ambiguo enfoque regulatorio del Reino Unido respecto a los activos digitales enfrenta fuertes críticas por parte de los participantes del sector. Muchos atribuyen el retraso del país en la definición de las finanzas digitales a la "procrastinación política", lo que ha llevado al Reino Unido a quedarse atrás tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos. En una entrada de blog del 20 de junio, John Orchard, presidente, y Lewis McLellan, editor del Instituto Monetario Digital del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF), destacaron que el Reino Unido ha desaprovechado su ventaja inicial en las finanzas de registro distribuido. La entrada, titulada "El Reino Unido sigue perdiendo el rumbo en las finanzas DLT", señaló que en un principio se anticipó que el Reino Unido establecería un estándar de oro para la regulación de las criptomonedas tras el Brexit, pero continúa debatiendo la regulación en términos vagos para el futuro.
La Unión Europea ya ha implementado su marco de Mercados de Criptoactivos (MiCA), mientras que el Senado estadounidense aprobó recientemente la Ley GENIUS, que establece las directrices federales para las monedas estables. A pesar de estos avances, la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido aún no ha confirmado la fecha de entrada en vigor de su régimen de criptomonedas. Orchard y McLellan señalaron que la falta de un marco viable dificulta la capacidad del Reino Unido para adaptarse a la posible transición de las finanzas a la tecnología on-chain. Las críticas se extienden a la gestión de las monedas estables en el Reino Unido, que se consideran activos de inversión en lugar de herramientas de pago independientes, a diferencia del enfoque estadounidense bajo la Ley Genius. Esta decisión ha desconcertado a los participantes del mercado.
La postura inicial del Banco de Inglaterra exacerbó aún más las preocupaciones, ya que su marco preliminar exigía que las monedas estables sistémicas estuvieran totalmente respaldadas por dinero del banco central, una condición considerada comercialmente inviable por los actores del sector. Si bien el Banco ha comenzado a flexibilizar esta postura, aún no ha presentado un modelo viable. Mientras tanto, otras jurisdicciones están avanzando con sus regulaciones sobre criptomonedas. En mayo, Hong Kong aprobó un proyecto de ley sobre monedas estables y está desarrollando rápidamente un ecosistema de tokenización a través de su iniciativa Project Ensemble. Los autores también elogiaron a la Autoridad Reguladora de Activos Virtuales (VARA) de los Emiratos Árabes Unidos por ser un regulador especializado en activos digitales, contrastándola con el intento del Reino Unido de adaptar las instituciones tradicionales a los nuevos modelos financieros.
El blog concluyó señalando que, si bien el Reino Unido lideró la innovación en tecnología financiera en la década de 2010 y aún disfruta de ventajas como su zona horaria, idioma y sistema legal, su posición no es segura. «Los centros financieros van y vienen», advirtieron los autores, instando a los reguladores a actuar con rapidez para mantener la posición del Reino Unido en el panorama financiero global.