En un sorprendente giro que sacudió los círculos políticos y mediáticos, el empresario estadounidense Elon Musk solicitó asilo político en Rusia.

Una noticia confirmada oficialmente por el Kremlin, que ha suscitado preguntas sin fin: ¿estamos ante una fuga técnica de las garras de Washington? ¿O ante una maniobra brillante en el juego de las naciones?