Elon Musk podría enfrentarse a miles de millones en multas por parte de los reguladores de la UE tras la adquisición de X por su startup de IA, xAI. Las empresas de Musk se fusionaron tras una adquisición de 33 mil millones de dólares de la plataforma de redes sociales, X, por parte de la startup de IA del multimillonario, xAI.
El movimiento ha atraído un nuevo escrutinio regulatorio por parte de la Unión Europea, y podría tener consecuencias potenciales que cambien la relación entre las grandes empresas tecnológicas y la ley de la UE.
xAI adquiere X
La Comisión Europea ha enviado una nueva ola de consultas a X sobre las implicaciones de la adquisición de marzo. El acuerdo elevó el valor de xAI a 80 mil millones de dólares y colocó efectivamente a X bajo el paraguas de la startup de IA.
El movimiento generó preocupación en Bruselas de que la reestructuración podría afectar la magnitud de las sanciones a las que la empresa podría enfrentarse bajo la Ley de Servicios Digitales (DSA).
Bajo la DSA, la UE tiene el poder de multar a las empresas digitales hasta el 6% de su volumen de negocios global anual si no abordan contenido ilegal, desinformación o cumplen con los requisitos de transparencia.
Según fuentes internas citadas en publicaciones, la Comisión Europea está evaluando actualmente si incluir los ingresos de otras empresas de Musk, como SpaceX, Neuralink y The Boring Company, al calcular una posible multa contra X.
Al vincular las multas con los ingresos globales totales de la empresa, la regulación eleva las apuestas para grandes corporaciones como la X de Musk.
“Estamos siguiendo de cerca los cambios en la estructura corporativa de X, al igual que cualquier otro cambio en una plataforma designada”, dijo el portavoz de la Comisión, Thomas Regnier, el jueves. Confirmó que la Comisión envió una solicitud de información a X, enfatizando que tales cambios estructurales podrían influir en la investigación en curso.
Los reguladores de la UE podrían tomar una decisión sobre multas para el verano
Los reguladores aún no han emitido su primera gran penalización bajo la DSA, y fuentes internas han revelado que una decisión sobre el caso de X podría llegar antes del receso de verano de la Comisión en agosto. Sin embargo, el cronograma para la decisión sigue siendo incierto porque el tamaño final o incluso la justificación de una multa aún se están determinando.
La investigación sobre X comenzó en 2023 y es el resultado de múltiples supuestas violaciones de la DSA, incluyendo la incapacidad de la plataforma para frenar la desinformación, lapsos en la transparencia para anunciantes e investigadores, y, lo más notable, la controvertida reforma de su sistema de marca de verificación azul.
La Comisión Europea argumentó que el cambio en la política de la marca de verificación se desvió de las normas establecidas de la industria y contribuyó a un entorno de información más opaco. X explicó la funcionalidad actual de la marca de verificación azul en un intento reciente de evitar sanciones, pero no está claro si satisfizo la consulta de la Comisión.
Las plataformas bajo el escrutinio de la DSA tienen la oportunidad de hacer compromisos vinculantes para abordar violaciones a cambio de indulgencia. Bruselas ha mostrado hasta ahora una tolerancia limitada a soluciones superficiales.
X aún no ha respondido públicamente a las últimas consultas de la Comisión.
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