Durante la primera semana de junio, los mercados han navegado entre señales mixtas de la política monetaria estadounidense y las persistentes tensiones en Medio Oriente. La Reserva Federal insinuó en su último comunicado la posibilidad de mantener las tasas sin cambios por más tiempo de lo previsto, debido a datos inflacionarios que continúan resistiéndose a ceder.
Mientras tanto, el repunte del petróleo tras nuevos bloqueos en el estrecho de Ormuz elevó la percepción de riesgo. En este contexto volátil, el mercado de activos de riesgo reaccionó con movimientos de indecisión e incertidumbre.