Se multiplican los llamados youtubers de criptomonedas. Esta multiplicación de los vendedores de humo no solo ocurre en el mundo cripto; en todas las plataformas de redes sociales, los creadores de contenido, sobre todo en redes como TikTok e Instagram, buscan ganarse el día incluso exponiendo su vida. Es una locura 😵‍💫 mundial desatada por la monetización de contenido, para lo que solo se necesita un teléfono y, en el caso de criptomonedas, una computadora vieja.

Investigo las redes sociales todos los días para fichar a nuevos "disque" youtubers o influencers. Los investigo solo para descubrir que muchos no terminaron el bachillerato y algunos ni siquiera concluyeron la escuela. Generalmente, viven en barrios pobres de Argentina y México. Su primera parada son los mil suscriptores, y con eso, dependiendo del país, estarían ganando alrededor de cien dólares por programa. Para alguien sin estudios y sin trabajo, eso es bastante dinero.

Ellos, esos que les dicen a dónde va el precio, no compran ni comprarán jamás una criptomoneda. Están también los más viejos, que patrocinan criptos emergentes o criptos como XRP, que gasta una fortuna en publicidad. Cuando vea a XRP a punto de explotar hasta los 300 dólares, debe saber que eso es publicidad pagada a un youtuber o persona de otra red social a la que le pagan para promocionar XRP. Y eso no estaría mal si no hubiese una oferta engañosa detrás de la publicidad.

Por favor, entienda que ellos no son expertos en el mercado. La mayoría carece de estudios universitarios y de experiencia como corredores de bolsa. El venezolano que vive en España, que dice y jura estar operando el mercado cripto desde 2013, no puede sostener esa mentira: su edad no se lo permite, a menos que haya iniciado en criptomonedas desde los cuatro o cinco años. Este señor vive alquilado en un barrio pobre de España, trabaja para un exchange llamado Biget y no tiene medios de fortuna.

Giorgio