🐳 Tuve el privilegio de estar entre los asistentes a la cena privada que Trump ofreció a los mayores tenedores de su moneda $TRUMP , es decir, a las principales ballenas del mundo crypto.
Pero no, no soy una de ellos, yo era parte del staff de mesoneros de la velada.
🧠 AQUÍ EL VERDADERO PLAN, LO QUE VI Y ESCUCHÉ:
🥂 Ofrecimos champange de bienvenida, no tomaron una sola copa.
👞 En lo que se instalaron en sus mesas, las ballenas rápidamente se sacaron los zapatos, aparentemente tenían retención de líquido.
🍕 Pasamos las bandejas con los primeros pasapalos, ninguno de los asistentes comió.
🥖 Les tocó el turno a los tan esperados tequeños, pero para mi sorpresa, nadie tomó ninguno, se quedaron fríos en las bandejas.
📱 En ese momento muchos comenzaron a sacar sus móviles bajo la mesa y pude notar que hacían apresurados movimientos financieros en varios exchanges.
🍣 Llegó la hora del sushi y allí sí se animaron, observé a una ballena que los miraba con sus grandes ojos, hambrienta. Sólo se comieron el sashimi, el resto no lo probaron.
📲 Seguía el movimiento bajo las mesas y el secretismo, ninguno hablaba.
🍵 Me indicaron que era momento de servir "la entrada vegana", algo que parecía ser una crema de espinacas, le metí el dedo a uno de los platos y sabía a comida de oveja con exceso de sal (¿quién me manda a probar cosas raras?).
🪙 En la cocina algunos hablaban de la conveniencia de transformar los $SOL por $BNSOL , lo anoté mentalmente para luego hacer #DYOR .
🍽️ Nos disponíamos a servir el plato principal pero entre las ballenas había mucho nerviosismo, todos mascullaban ruidosamente y tecleaban en sus móviles.
🎤 El micrófono se perdió, ya no había quien dirigiera la ceremonia; a la ballena a la que le correspondía tal tarea, le apretaba el smoking y se había retirado.
🤢 En ese momento entré de nuevo a la cocina y me enteré de que lo que había probado era sopa de plancton. La verdad me dio mucho asco, me comencé a sentir mal, corrí al baño y en ese momento me desperté rodeada de felinos.
🐱 Mis gatitos estaban oliéndome, al parecer tenía aún aroma a pescado, en ocasiones los sueños pueden ser muy reales.
⭐ Lástima que las ballenas no hablan y no pude entender sus consejos financieros. Por lo menos recordé algo sobre la retención de líquidos como consecuencia del exceso de sal.
Será hasta el próximo sueño.
¡Beshitos! 💜