🔥 La Trampa del Interés Compuesto: El Rey que No Pudo Pagar su Promesa.

Cuenta la leyenda que el juego de ajedrez fue inventado en la India hace muchos siglos. El rey quedó tan impresionado con el invento que le dijo al creador del juego:

—¡Pídeme cualquier recompensa que quieras!

El inventor, con una sonrisa astuta, le pidió algo que parecía modesto:

—Majestad, sólo quiero que me des un grano de arroz en la primera casilla del tablero de ajedrez, y que en cada casilla siguiente duplique la cantidad de arroz de la casilla anterior.

El rey, sorprendido por la simpleza del pedido, aceptó inmediatamente. Ordenó que se comenzara a colocar el arroz en el tablero:

• Casilla 1: 1 grano

• Casilla 2: 2 granos

• Casilla 3: 4 granos

• Casilla 4: 8 granos

• …

• Casilla 10: 512 granos

• Casilla 20: 524,288 granos

• Casilla 30: 536,870,912 granos

A medida que se avanzaba por el tablero, el número de granos crecía exponencialmente. Al llegar a la casilla 64, el número de granos era tan gigantesco que superaba la cosecha mundial de arroz de varios siglos:

¡18,446,744,073,709,551,615 granos de arroz! 🌾😱

El rey, horrorizado, comprendió que había prometido algo que nunca podría pagar.

💡 ¿Por qué esta historia es tan importante?

Este cuento no solo habla de la astucia del inventor, sino que nos enseña el poder del interés compuesto: el crecimiento exponencial de algo que se va duplicando (o creciendo a una tasa constante) a lo largo del tiempo.

En inversiones, el interés compuesto significa que tus ganancias generan nuevas ganancias, y esas nuevas ganancias, a su vez, también generan ganancias. Con el tiempo, lo que empezó pequeño puede crecer a niveles inimaginables.

📈 El interés compuesto es la octava maravilla del mundo, como dijo Albert Einstein: “Quien lo entiende, lo gana. Quien no, lo paga.”