Cuando el bitcoin alcance la barrera de los 140,000 dólares, no será una sorpresa, sino una consecuencia natural de tres factores interrelacionados: la continua inflación del dólar, la contracción de la oferta derivada de la reducción de las recompensas (halving), y un impulso psicológico acumulado en toda una generación que busca un refugio financiero libre e independiente.
Este viaje no está destinado a los débiles o indecisos, sino a aquellos que comprenden las reglas de la fase y creen en la visión. Y quien entienda el juego temprano, no solo saldrá como ganador, sino como un inversionista adelantado a su tiempo.