La estrategia impulsada por Michael Saylor ha despertado elogios y críticas. Es que combina una visión sobre el potencial de la moneda creada por Satoshi Nakamoto con un grado de apalancamiento financiero que podría volverse muy riesgoso si las condiciones del mercado cambian.
Craig Coben, exjefe global de mercados de capital en el Bank of America, aclara: “Cuando Strategy compra BTC, en realidad está comprando BTC con un descuento del 50%. Es por eso que están comprando más a medida que sube el precio de BTC”. Sobre este punto, hace una advertencia: “El círculo virtuoso puede convertirse en un círculo vicioso si el precio de BTC cae y esta prima sobre el valor del activo neto de las acciones de Strategy desaparece. Entonces, cualquier compra de BTC será dilutiva para los accionistas”.
Es decir que, mientras funcione, la estrategia de Strategy parece ideal: comprar BTC utilizando el valor extra (la prima) que sus acciones tienen sobre el valor real de sus activos. Esta prima refleja la confianza del mercado en la empresa y su capacidad para seguir generando valor a partir de su exposición a bitcoin.
Cada vez que el precio de BTC sube, la prima se mantiene o incluso crece, permitiendo a Strategy acceder a capital barato para ampliar sus tenencias.
Sin embargo, y aquí está lo que plantea Coben, el mecanismo tiene un riesgo: si el precio de BTC cae y la prima desaparece, la empresa ya no podrá financiar sus compras con la misma ventaja.
Es ahí cuando comprar más BTC implicaría emitir más acciones a un valor menor al real. De esa forma, se diluye el patrimonio de los accionistas, generando una espiral negativa. O, mejor dicho, lo que parecía un círculo virtuoso se convierte en un círculo vicioso con riesgos crecientes para la estabilidad financiera de Strategy y sus inversionistas.
Sobre este punto, Asgari señala: “En ese caso, esta rueda de dinero infinita probablemente se desacelerará considerablemente, si no es que se detiene por completo, porque los inversionistas pensarán: ‘Les dimos el dinero para comprar bitcoin, pero el precio ha caído y, por lo tanto, el valor de nuestra inversión también ha disminuido ¿Por qué seguiríamos
Para Max Molter, analista de mercados financieros, la acción de Strategy (MSTR) “es una de las apuestas más débiles y sobrevaloradas dentro del sector” de los activos digitales. En su análisis, señala que, a pesar de que algunos inversionistas “celebran su estrategia agresiva de acumulación de BTC”, sus fundamentos financieros no justifica su actual valoración.
El especialista sostiene que la posición de Strategy es particular y pone como ejemplo a compañías de sector, como Coinbase (COIN) o Robinhood (HOOD), los exchanges que generan ingresos por volumen de operaciones, independientemente de si el precio de los activos sube o baja. Marathon Digital Holdings (MARA), en tanto, se dedica a minar BTC y operan con márgenes variables. En el caso de la firma que dirige Saylor, solo obtiene beneficios si sube el precio del activo.
Jacob King, analista de mercado de criptomonedas, ha hecho varias críticas a la estrategia de Strategy por esta dependencia absoluta de la apreciación de BTC. En su opinión, hay un riesgo estructural considerable porque se trata de un modelo de acumulación que opera como un ciclo cerrado y lo compara con la lógica de un esquema Ponzi.
En su tesis, King utiliza un esquema de una rueda dividido en seis pasos, que se retroalimentan entre sí. Todo comienza cuando la compañía emite deuda o nuevas acciones para recaudar fondos, los cuales utiliza directamente para comprar más unidades de BTC. Esta demanda adicional contribuye a impulsar el precio del activo.
Con bitcoin en alza, las acciones de la empresa también se valorizan, lo que atrae el interés de nuevos inversionistas, en particular del segmento minorista. Este renovado entusiasmo le permite a la compañía emitir más acciones, captar nuevos fondos y reiniciar el ciclo.
El problema es que todo este mecanismo se sostiene mientras cada una de las piezas funcione a la perfección. Si el precio del activo se estanca o cae, si se agota el interés del mercado o si la emisión de capital deja de ser viable, el ciclo puede romperse abruptamente.