El reciente alivio de la guerra comercial entre EE. UU. y China ha suscitado un renovado optimismo en los mercados globales. Ambos países han acordado reducir significativamente los aranceles, un paso importante hacia la reconstrucción de la confianza económica. EE. UU. redujo los aranceles sobre los productos chinos del 145% al 30%, mientras que China bajó sus aranceles sobre las importaciones estadounidenses al 10%. Esta tregua siguió a conversaciones diplomáticas productivas y se está viendo como un punto de inflexión en el conflicto comercial en curso. Los mercados de valores respondieron con fuertes ganancias, señalando la confianza de los inversores. Si bien este es un movimiento positivo, la paz duradera dependerá de la cooperación continua y las negociaciones futuras.

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